El Papa autoriza la bendición a parejas del mismo sexo siempre y cuando no se realice la ceremonia matrimonial

La nueva disposición ha desatado discusiones y opiniones divergentes en el seno de la comunidad católica

El Papa Francisco ha respaldado un documento doctrinal que permite la bendición de parejas del mismo sexo y otras uniones consideradas “irregulares”, siempre y cuando no emulen el rito sagrado del matrimonio.

El anuncio, reportado por el portal oficial del Vaticano ‘Vatican News’, destaca que mediante la declaración ‘Fiducia supplicans’, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y aprobada por el Papa, se autoriza la bendición de parejas conformadas por individuos del mismo sexo, pero sin adoptar prácticas ceremoniales semejantes a las nupcias matrimoniales.

La declaración señala que, ante la solicitud de dos personas para ser bendecidas, aun si su unión se considera “irregular”, un ministro ordenado puede dar su consentimiento, pero sin incorporar elementos que se asemejen a un ritual matrimonial.

El significado de las bendiciones

El documento explora la temática de las bendiciones, diferenciando entre aquellas de carácter ritual y litúrgico, y las bendiciones espontáneas que reflejan gestos de devoción popular. Ahora se contempla en esta última categoría la posibilidad de brindar bendiciones incluso a aquellos que no siguen las normas de la doctrina moral cristiana, pero solicitan ser bendecidos.

Fiducia suplicans inicia con una introducción del cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio, quien expone que la declaración profundiza en el “sentido pastoral de las bendiciones”, permitiendo “expandir y enriquecer su tradicional entendimiento” a través de una reflexión teológica basada en la visión pastoral del Papa Francisco.

Esta reflexión, según Fernández, “marca un genuino avance respecto a lo previamente establecido sobre las bendiciones”, al incluir la posibilidad de bendecir uniones en situación irregular y parejas del mismo sexo, sin validar oficialmente su estado ni modificar en modo alguno la enseñanza duradera de la Iglesia acerca del matrimonio.

Perspectivas sobre las bendiciones en la declaración

A continuación, luego de recordar el pronunciamiento anterior de 2021, ampliado en esta ocasión, la declaración aborda la bendición en el sacramento del matrimonio, indicando como “inadmisibles los rituales y oraciones que puedan generar confusión entre lo que constituye el matrimonio” y “lo que lo contradice”, para evitar así reconocer de alguna manera como “matrimonio aquello que no lo es”.

El texto reitera que, según la “perenne doctrina católica”, sólo son legítimas las relaciones sexuales dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer.

Un segundo apartado analiza el significado de las diversas bendiciones, destinadas a personas, objetos de devoción y lugares. Subraya que, “desde una perspectiva estrictamente litúrgica”, la bendición requiere que lo bendecido “se ajuste a la voluntad de Dios expresada en las enseñanzas de la Iglesia”.

La espontaneidad de la Bendición

Asimismo, se aclara que quien busca una bendición “manifiesta su necesidad de la presencia salvadora de Dios en su historia”, ya que expresa “una petición de auxilio a Dios, una súplica por una vida mejor”. “Debemos acoger y valorar esta petición fuera del marco litúrgico, en un contexto de mayor espontaneidad y libertad.”

El documento destaca que, desde la perspectiva de la piedad popular, “las bendiciones deben considerarse como actos de devoción”. Añade que, para otorgarlas, no es necesario exigir una “perfección moral previa”.

Profundizando en esta distinción, basándose en la respuesta del Papa Francisco a la ‘dubia’ de los cardenales publicada en octubre pasado, en la que instaba a evaluar la posibilidad de “formas de bendición, solicitadas por una o varias personas, que no transmitan una concepción errónea del matrimonio”, el documento asegura que este tipo de bendición “se ofrece a todos”.

“El texto indica que las personas buscan espontáneamente una bendición en varias situaciones, ya sea durante peregrinaciones, en santuarios o incluso al encontrarse con un sacerdote en la calle, y en estos momentos, nadie puede excluirse.”

Amplitud y contextos

“El tercer apartado de la declaración ofrece la oportunidad para que aquellos que reconocen su desamparo y necesidad de ayuda, y que no buscan legitimar su propio estado, sino que ruegan que el Espíritu Santo invista, santifique y eleve todo lo verdadero, bueno y válido humanamente en sus vidas y relaciones, puedan recibir estas bendiciones como un gesto de apoyo.”

“Se indica que no se debe estandarizar estas bendiciones, sino confiar en el discernimiento práctico en una situación particular.”También se sugiere que “en la breve oración que puede preceder a esta bendición espontánea, el ministro ordenado podría pedir por ellos paz, salud, un espíritu de paciencia, diálogo y ayuda mutua, así como la luz y la fuerza de Dios para cumplir plenamente su voluntad”.

Además, se aclara que, para evitar “cualquier forma de confusión y escándalo”, cuando una pareja del mismo sexo solicite la bendición, “nunca se realizará simultáneamente con los ritos civiles de unión, ni en relación con ellos”. “Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio”. En este sentido, se propone que este tipo de bendición “puede encontrar su lugar en otros contextos, como la visita a un santuario, el encuentro con un sacerdote, la oración en un grupo o durante una peregrinación”.