Hoy: 24 de diciembre de 2024
En materia de anticoncepción suele ser la mujer casi siempre la que adopta los métodos barrera y no el hombre. Esto es por varias razones: primero por cuestión cultural, pero también porque hay muchísimas más opciones a día de hoy para la mujer. No obstante, el paradigma está cambiando y los varones están más dispuestos en este sentido hoy en día, a la vez que hay numerosas líneas de investigación abiertas sobre nuevos métodos de anticoncepción masculina, algunos en fases muy avanzadas.
La doctora Marta Correa Rancel, especialista en Ginecología y Obstetricia que ha ofrecido una charla en el Congreso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia sobre este tema y ha reconocido que “hasta ahora la diversidad que existe en los métodos anticonceptivos de la mujer es más amplia”, señalando que hay más opciones para la mujer, con la anticoncepción hormonal (anillo, píldora, implante, inyección y parche), la intrauterina (DIU), los métodos definitivos (ligadura de trompas), métodos naturales, como la abstinencia o la marcha atrás. Y señala que el hombre, hoy en día, dispone de la vasectomía, o del preservativo, únicamente.
A juicio de la doctora Correa Rancel, esta falta de diversidad en los métodos podría estar motivado porque hasta ahora la responsable de la maternidad era la mujer, ella es la principal protagonista de los embarazos no deseados y a quien proteger de sus correspondientes consecuencias.
“Por eso la industria está más centrada en la mujer. No ha habido corresponsabilidad e igualdad entre hombres y mujeres, y se ha desarrollado más en la mujer. Probablemente no había interés, ni de la industria, ni de la sociedad”, resalta la profesional.
En las últimas encuestas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2022, se mostró que los hombres sí estarían más predispuestos a usar anticonceptivos masculinos que antes. Por ejemplo, la doctora cita que en Estados Unidos, un 35% de los varones están dispuestos a usar nuevos métodos anticonceptivos; mientras que en Nigeria, Vietnam o Bangladesh, países en vías de desarrollo, lo están hasta en un 80% de los casos. “Parece que hay un cambio en la mentalidad global, tanto del hombre como de la mujer, y los varones sí podrían estar más predispuestos a colaborar en los métodos anticonceptivos eficaces y modernos”, constata.
La doctora Correa Rancel destaca que hay nuevos métodos de anticoncepción en fases de investigación bastante avanzadas, y que se prevén de aquí a 10 y 15 años. Reconoce que a los hombres uno de los aspectos que más les preocupan en este sentido es la administración del anticonceptivo masculino, y en el caso concreto de Estados Unidos, dice que son los efectos secundarios sobre el aumento de peso, del acné, o de la disminución de la líbido; y en el caso de los países africanos, por ejemplo, les importan más las enfermedades de transmisión sexual.
Para ello, las dos formas más aceptadas son el gel que se aplica en el hombre, y la píldora, y ambos están desarrollándose. “El gel, aplicado de forma diaria en el hombro, está en fase III, y la píldora se encuentra en fase I-II de investigación”.
Dentro de los hormonales hay algunos que ya en fase avanzada de investigación. En un primer lugar se encontraría una píldora similar a la femenina, y el objetivo que se está trabajando con ella es la no producción de espermatozoides. “Esta píldora tardaría entre 2 y 3 meses en hacer efecto. Este es el tiempo en el que el espermatozoide se desarrolla”, agrega Correa Rancel.