Hoy: 24 de noviembre de 2024
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ FORNET
Dos agentes del CNI fueron detenidos en septiembre acusados de revelación de secretos. Uno sigue en prisión y otro fue puesto en libertad. Como en otras ocasiones es posible que nunca tengamos información suficiente y que recibamos solo la versión oficial que interesa al Gobierno, que no siempre coincide con el interés de la nación y su ciudadanía.
Los servicios secretos son los ojos de los gobiernos mirando donde no se puede ver. Tienen información de otros países, de las instituciones, de empresas, de los intereses del Estado que pueden ser confundidos con intereses partidarios ajenos al interés general.
El primer servicio secreto integral español fue el SECED, creado a principios de la década de los 70. En 1977 con la llegada de la democracia cambió a CESID y en 2002, a CNI. Poco después se produjeron dos atentados en Irak, uno asesinando a un agente de un disparo al salir de casa, y otro en Latifiya, donde murieron siete de los ocho agentes que iban en dos coches y aunque algunos pudieron intentar salvarse, decidieron quedarse y morir con honor.
España existe como nación gracias a personas como ellos. El equipo saliente que murió había alertado a sus superiores de que los iraquíes estaban muy enfadados con los españoles por no cumplir lo que se les prometió. Sus avisos no fueron tenidos en cuenta hasta el extremo de que en el momento del atentado, el oficial coordinador “como no pasaba nada”, en vez de en su lugar de observación estaba haciendo compras en un gran almacén y los que murieron tuvieron que localizarlo en su móvil. Es la diferencia entre los agentes de campo y los jefes burócratas, unos mueren con honor y otros viven sin conocerlo.
El servicio secreto se ha visto salpicado por algunos escándalos. El coronel Perote fue encarcelado y expulsado por utilizar información secreta; se publicó que habían probado drogas con mendigos y la interceptación de conversaciones telefónicas del presidente Felipe González y de miembros de su Gobierno. Fueron noticia los pagos y actuaciones del CESID con Bárbara Rey, una de las muchas mujeres con las que el rey Juan Carlos fue imprudente y negligente. Toda la virtud que tuvo para la transición política (aunque cada día son más evidentes sus carencias) le faltó en su vida personal. Años después de Bárbara llegó el escándalo Corinna, que de momento se ha cerrado favorablemente pero no hay que descartar nuevos capítulos en forma de libros, noticias… o mujeres.
Es una tarea muy importante para todos los gobiernos y por ello sus directores y mandos superiores concentran mucho poder fruto de la información que manejan. El nuestro es uno de los pocos servicios de inteligencia que trabaja con la misma estructura para asuntos de dentro y de fuera de España, siendo lo normal en servicios de otros países que se divida en dos ramas, una para el territorio nacional y otra para el extranjero. Esa es una asignatura pendiente. Formado en su origen exclusivamente por militares, hoy, aunque la mayoría lo siguen siendo, hay un numeroso grupo de funcionarios expertos en diversas materias necesarias para sus tareas. Ingenieros, economistas, informáticos… y entre ellos muchas mujeres forman parte del mismo. El detenido en prisión, jefe de área, puede tener la graduación de comandante.
El CNI actúa en secreto, poco o nada se conocen de sus actividades pero a veces quedan flecos sueltos, ocurren cosas impropias de un servicio de inteligencia. Una espía se reunió con el lugarteniente de Gao Ping, investigado en el caso Emperador. Lo hicieron en un restaurante cerrado, el chino grabó la conversación y le hizo un seguimiento al teléfono de la espía que lo ubicaba en la sede del CNI. La agente pedía que se mantuviera la acusación contra varios policías imputados que resultaron absueltos. El diario El Mundo, dirigido entonces por García Abadillo, colgó en su versión digital la conversación pero la eliminó en pocos minutos, se supone que porque por la voz la agente podía ser identificada, la identidad de los agentes del CNI es secreta y difundirla es delito. ¿Qué interés tenía el CNI en que fueran condenados seis policías?
Se produjo el rescate de periodistas secuestrados por presuntos terroristas abonando seis millones de fondos reservados. Villarejo denunció en minuta oficial interna que los secuestradores habían pedido dos millones de dólares y esa fue la cantidad que les llegó. Los cuatro restantes quedaron en el limbo y nunca nadie investigó o si lo hizo, no se conoce resultado. Secreto. Ocho miembros del CNI (cuatro en dos coches de alta cilindrada, dos en una motocicleta y dos simulando ser novios paseando por el parque de las vistillas) estuvieron desplegados en la Plaza de Gabriel Miró en Madrid donde Villarejo había quedado a comer en un restaurante. Dos de ellos fueron identificados por la policía (con su identidad operativa falsa) y las matrículas no figuraban en la DGT. Secreto.
La detención de los agentes del CNI es buena y mala noticia. Buena porque los servicios de contrainformación han funcionado, y mala porque evidencia que allí donde hay poder, dinero… ¿moral? Puede haber corrupción o quien decida que no acepta determinadas prácticas por ir contra sus valores. Hay que preguntarse la razón de que el mejor servicio secreto del mundo y aliado de España contacte con agentes españoles procurando información que les está vedada. La CIA colaboró en los orígenes de la transición a la democracia, tuvo un papel importante en los últimos años de ETA con sus medios tecnológicos y alguna medalla que cuelga en mandos de la Guardia Civil por detenciones de comandos terroristas fue posible por la información de la CIA a través del CNI. Si siempre hubo una colaboración muy estrecha, ¿qué ha cambiado? ¿Desde cuándo? ¿Por qué?
Si hay un traidor pasando información secreta a un servicio extranjero debe ser desactivado, pero si ese servicio secreto es tu mejor aliado, que se haga como se ha hecho quizás no sea lo mejor para nuestros intereses. Estando el gobierno actual en la deriva de la amnistía camino del Caribe (dixit Alfonso Guerra), hay que medir bien cómo se actúa en materia tan sensible. Porque seguro que se han abierto análisis en algunos servicios secretos para conocer si la intervención de la CIA era por tratarse de información referida a países enfrentados con los americanos, la OTAN, Venezuela, el Sáhara o sobre el independentismo vasco y/o catalán (donde está acreditada la intervención de Rusia) en quienes ahora se apoya el Gobierno de España.
Con el tiempo iremos sabiendo (o no) ante qué nos encontramos; hay que recordar que nunca se supo quién envió las balas a Iglesias, que un responsable de seguridad de Interior se las entregó a la víctima, al amenazado, contra el más elemental protocolo de investigación policial; que la navaja dirigida a Reyes Maroto iba con remite y que hoy seguimos sin conocer la motivación, financiación y desarrollo del atentado contra Vidal-Quadras. Exactamente lo mismo que el 11M, el 23F o el atentado de Carrero. En un país miembro de la OTAN, con un socio de gobierno comunista que apoya a Rusia contra Ucrania, a Palestina y sus terroristas contra Israel, el derecho a romper la nación española unilateralmente desde un territorio y que ha cambiado su posición sobre el Sáhara en favor de Marruecos, ¿qué podrían querer saber los espías de la CIA?
Quieren saber hasta qué punto el cambio de sensibilidad español es puramente epidérmico o si algo hay de verdad, haciendo por tanto incongruente o sospechosa nuestra pertenencia ciertas instancias.
Coincido.