Hoy: 23 de noviembre de 2024
Al menos 51 ballenas piloto han muerto, tras quedar varadas en la playa de Cheynes, en el suroeste de Australia, y las autoridades han confirmado que están realizando un gran esfuerzo para reflotar a otras 46 que siguen vivas, aunque atrapadas.
Los cetáceos comenzaron a varar en la mencionada playa el pasado martes a las 16.00 hora local, y han acudido en su ayuda un equipo de 70 funcionarios gubernamentales, entre los que también se encuentran agentes de Policía, y unos 50 voluntarios, según ha informado la cadena australiana ABC News.
“La gente está intentando asegurarse de que los animales permanezcan mojados, y luego un veterinario hará una evaluación del estado del animal mientras está junto al agua antes de que consideremos trasladarlo a aguas más profundas. Sería preferible intentar ponerlos a todos en el agua a la vez, para intentar evitar que los animales vuelvan a varar”, ha declarado el portavoz del Gobierno sobre Vida Salvaje, Jeremy Friend.
Las condiciones meteorológicas están complicando las labores de rescate, aumentadon el riesgo de hipotermia; al estar expuestos a los “elementos”, además de la posible amenaza de tiburones, detalló Friend.
Otro de los inconvenientes de las tareas de rescate es que algunas de las ballenas vuelven a la orilla tras ser devueltas al mar.
“En el momento en que cualquier calderón o ballena llega a tierra, el reloj comienza a correr en términos de supervivencia”, manifestó la científica marina Vanessa Pirotta.
Las autoridades cerraron temporal la playa, y aseguraron que ya cuentan con suficientes voluntarios para las labores de rescate.