El Partido Popular (PP) ha encendido las alertas internas tras analizar con detalle los resultados de las elecciones en Extremadura. Tanto Alberto Núñez Feijóo como varios barones territoriales coinciden en un diagnóstico claro: se está produciendo un trasvase de votantes del PSOE hacia Vox, un fenómeno que altera los equilibrios tradicionales del tablero político y obliga a repensar estrategias.
En la cúpula popular existe la convicción de que el relato del miedo a Vox, impulsado durante años por el PSOE y por el presidente Pedro Sánchez, ha terminado volviéndose en su contra. Lejos de frenar a la formación de Santiago Abascal, esa estrategia habría abierto un nuevo caladero electoral dentro del propio socialismo.
Los datos de Extremadura refuerzan esta lectura. Vox duplicó su representación, pasando de cinco a once escaños, mientras el PP también mejoró resultados. Para Feijóo, este crecimiento no se ha producido a costa del Partido Popular, sino principalmente del PSOE. “De tanto alimentar el miedo a Vox, han conseguido que crezca Vox y que crezca el PP”, llegó a ironizar el líder popular, calificando la situación como un fracaso del relato socialista.
Desde Génova se insiste en que existe incluso un objetivo compartido entre PSOE y Vox: frenar al PP, aunque con consecuencias inesperadas. Por ello, Feijóo ha reclamado a Vox responsabilidad y proporcionalidad, advirtiendo que su adversario político no es el PP, sino el proyecto socialista que gobierna España.
El análisis no se queda en Madrid. Varios presidentes autonómicos del PP han coincidido en privado en que “Vox está comiendo del PSOE”, una frase que se repite con preocupación en los pasillos del partido. En un contexto europeo donde los partidos de centroderecha retroceden, el PP presume de un resultado “espectacular” en Extremadura, donde la suma de PP y Vox alcanza el 60% de los votos.
Uno de los más claros fue Juanma Moreno, quien admitió que le preocupa el crecimiento de Vox, aunque confía en lograr una mayoría suficiente en las elecciones andaluzas de 2026. A su juicio, mientras Sánchez siga en el poder, Vox continuará creciendo porque “se retroalimenta del sanchismo” y solo empezará a bajar cuando gobierne y se desgaste, según Europa Press.
Por su parte, Jorge Azcón ha subrayado que Vox sigue siendo minoritario, aunque con capacidad de bloqueo. Ha descartado cualquier pacto con el PSOE y ha augurado un escenario extremo: “O el PSOE se refunda o desaparece”.
En contraste, la presidenta extremeña María Guardiola ha reivindicado el liderazgo del PP, recordando que su partido suma más que PSOE y Vox juntos. Su mensaje final resume el sentir popular: estabilidad, responsabilidad y un Gobierno fuerte frente a la fragmentación del voto.