Las mandarinas son una de las frutas más populares en todo el mundo. Su sabor dulce, su jugosidad y su alto contenido en vitamina C las convierten en un alimento habitual tanto para adultos como para niños. Sin embargo, según advierte Cristina Lora, experta en seguridad alimentaria, existe un error muy común a la hora de consumirlas, como retirar y desechar los hilos blancos que recubren los gajos, conocidos como albedos.
Para Lora, esta práctica supone perder una de las partes más beneficiosas de la fruta. Explica:
«Es la parte más saludable de la mandarina. Aunque muchos los quitan porque no los consideran apetitosos, los hilitos blancos contienen una gran cantidad de compuestos fenólicos y antioxidantes que combaten los radicales libres y protegen las células del envejecimiento»
Según recoge el Diario de Cuyo, la especialista señala que el albedo puede llegar a contener hasta 20 veces más compuestos beneficiosos que el interior jugoso de la mandarina. Además, destaca su alto contenido en pectina, una fibra soluble con efectos positivos sobre la salud. Esta sustancia ayuda a reducir el colesterol LDL, contribuye a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y prolonga la sensación de saciedad.
Cristina Lora apunta también que esta tendencia a ‘pelar en exceso‘ no se limita únicamente a las mandarinas. Explica:
«La naranja tiene un albedo similar, las uvas concentran resveratrol en sus hollejos y la piel de las manzanas es rica en fibra y polifenoles»
Y subraya que en muchas frutas los mayores beneficios se encuentran precisamente en las partes que suelen desecharse.
Además, la advertencia de la experta, difundida en redes sociales, ha generado numerosas reacciones, desde la sorpresa hasta la confesión de quienes reconocen no poder comer la fruta sin retirar los hilitos blancos. Ante ello, Lora lanza una recomendación clara y sencilla:
«No te obsesiones con quitar todos los hilitos blancos. Aunque al principio pueda resultar extraño, tu cuerpo te lo va a agradecer»