Crecen las denuncias por violencia de género con 53.268 casos en solo tres meses

Las denuncias presentadas por familiares siguen siendo minoritarias, lo que indica que muchas mujeres siguen enfrentándose solas al proceso

Entre julio y septiembre de este año, la violencia de género volvió a mostrar su rostro más persistente. En ese periodo se registraron 53.268 denuncias en toda España, una cifra que se traduce en 579 denuncias cada día. No son solo números. Detrás de cada caso hay una mujer que decidió romper el silencio y dar un paso difícil, pero necesario, para proteger su vida y su dignidad.

Denunciar sigue siendo un acto de valentía

El último informe del Consejo General del Poder Judicial muestra que el número de denuncias y de mujeres víctimas se mantiene estable respecto al año anterior, con un ligero aumento. En total, 49.156 mujeres fueron reconocidas como víctimas durante este periodo, lo que confirma que la violencia machista continúa siendo un problema estructural y cotidiano.

Un dato especialmente relevante es que siete de cada diez denuncias fueron interpuestas directamente por las propias víctimas. Esto refleja, por un lado, una mayor conciencia social y, por otro, el enorme esfuerzo emocional que supone acudir a una comisaría o a un juzgado para relatar una situación de violencia. Las denuncias presentadas por familiares siguen siendo minoritarias, lo que indica que muchas mujeres siguen enfrentándose solas al proceso.

También preocupa el aumento de los casos en los que las víctimas se acogen a la dispensa de no declarar contra su agresor. Más de 5.400 mujeres renunciaron a testificar, una cifra que crece respecto al año anterior y que revela el peso del miedo, la dependencia emocional o económica y la presión del entorno. Callar sigue siendo, para muchas, una forma de supervivencia.

Protección judicial y desigualdad territorial

Durante este trimestre se solicitaron casi 13.000 órdenes de protección, de las cuales se aprobaron aproximadamente siete de cada diez. Estas medidas incluyen prohibiciones de comunicación, órdenes de alejamiento y decisiones clave para proteger a mujeres y menores. Aun así, el descenso leve en las órdenes concedidas plantea interrogantes sobre si las víctimas están recibiendo toda la protección que necesitan desde el primer momento, según Europa Press.

El informe también evidencia importantes diferencias entre comunidades autónomas. Baleares, Comunidad Valenciana, Canarias y Murcia registraron tasas de victimización muy por encima de la media nacional, mientras que otras regiones se situaron claramente por debajo. Estas desigualdades territoriales reflejan diferencias en contextos sociales, recursos disponibles y capacidad de respuesta institucional.

Otro aspecto especialmente sensible es la situación de los menores. Más de un centenar de víctimas tuteladas fueron registradas en este periodo, y los juzgados adoptaron medidas como la suspensión de visitas, custodia o incluso la patria potestad. Estas decisiones muestran que la violencia de género no afecta solo a las mujeres, sino también a sus hijos e hijas, que son víctimas directas del entorno de violencia.

Las cifras no son solo estadísticas. Son una llamada de atención. La violencia de género no desciende, se mantiene, y eso obliga a reforzar la prevención, la protección y el acompañamiento. Denunciar es un primer paso, pero la respuesta institucional y social debe estar a la altura del valor de quienes rompen el silencio.