Frank Gehry, uno de los arquitectos más influyentes de Estados Unidos, ha fallecido este viernes a los 96 años en su casa de Santa Mónica (California) tras una breve enfermedad respiratoria, según confirmó su jefa de gabinete al The New York Times. Su legado incluye algunas de las construcciones más icónicas del mundo contemporáneo, entre ellas el Museo Guggenheim de Bilbao, inaugurado en 1997 y considerado un emblema de la arquitectura vanguardista y del deconstructivismo. En 2014, Gehry fue galardonado con el Premio Príncipe de las Artes en Oviedo.
Nacido en 1929 en Toronto, Canadá, Gehry se trasladó a Los Ángeles en 1947 y adoptó la nacionalidad estadounidense. Tras graduarse en Arquitectura en 1954 en la Universidad de Baja California y completar estudios de Urbanismo en Harvard, trabajó en el estudio de Victor Gruen. En 1962 fundó su propio despacho, Frank O. Gehry and Associates, desde donde desarrolló proyectos en América, Europa y Asia durante más de cinco décadas.
Durante los años 70 comenzó a destacar por sus edificios de formas esculturales y el uso innovador de materiales como titanio y vidrio. También exploró el diseño de mobiliario con colecciones como Easy Edges y Experimental Edges, que reflejaban su enfoque artístico y funcional. Desde finales de los 80, Gehry se asoció al movimiento deconstructivista, caracterizado por la fragmentación y la ruptura de líneas convencionales de diseño. Entre sus obras más reconocidas se encuentran el Museo Guggenheim de Bilbao y la Casa Danzante en Praga.
Su legado incluye numerosos proyectos emblemáticos, como el Museo Aeroespacial de California (1984), el Museo Vitra Design en Alemania (1989), el Walt Disney Concert Hall (2003) y el Centro Stata en el MIT (2003). Además, trabajó en el Museo Louis Vuitton en París, parques infantiles en Nueva York y la remodelación del parque Mayer en Lisboa. En España, inauguró en 2006 las bodegas Herederos del Marqués de Riscal en Álava y proyectó la Torre de Sagrera en Barcelona.
A lo largo de su carrera, Gehry recibió más de 100 premios internacionales, incluyendo el Premio Pritzker (1989), el Wolf de las Artes (1992), el Praemium Imperiale (1992) y la Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos (1999). También obtuvo doctorados honorarios y formó parte de jurados y academias de prestigio mundial, consolidando su influencia global en la arquitectura y las artes.
Hasta sus últimos años, Gehry continuó activo, con proyectos como la torre Opus en Hong Kong, el Eisenhower Memorial en Washington, el West Campus de Facebook en Menlo Park y una torre residencial en Berlín. Su obra, objeto de numerosos estudios y documentales, como Sketches of Frank Gehry de Sydney Pollack, deja un legado arquitectónico innovador que redefine los límites del diseño contemporáneo.