La Filmoteca Española abrió este miércoles sus puertas a una exposición que invita a mirar de frente una parte decisiva de nuestra historia. Bajo el título “NO-DO. El mundo de ayer. Imagen y propaganda del franquismo”, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, inauguró una muestra que no solo recupera más de tres décadas de noticiarios del régimen, sino que también nos recuerda que la democracia es un proceso frágil, que tarda tiempo en consolidarse y puede perderse con sorprendente facilidad.
Durante la presentación, Urtasun subrayó que los procesos de restauración democrática no son inmediatos ni lineales. Explicó que, incluso después de las fechas oficiales que marcan el fin de una dictadura, quedan estructuras simbólicas, materiales y culturales que tardan años en transformarse. El NO-DO —obligatorio en los cines durante 32 años— es uno de los ejemplos más claros de ello. Sus noticiarios se convirtieron en una herramienta propagandística poderosísima y, para gran parte de la ciudadanía, en su única fuente de información.
La exposición, que puede visitarse hasta el 26 de julio, ofrece un recorrido crítico por ese universo audiovisual. Urtasun la definió como una “lección” para el presente, especialmente en un momento en el que se banalizan —a veces con intención política— conceptos como democracia o dictadura. Frente a ello, la muestra propone detenerse y comprender el alcance real de aquella propaganda “tétrica”, en palabras del ministro, que moldeó parte de la mentalidad de la España de la época. Mirar el NO-DO hoy —añadió— es un ejercicio de memoria colectiva imprescindible para entender la España que fuimos y para evitar repetir errores del pasado.
La otra gran noticia del acto fue el anuncio que muchos investigadores, profesores y curiosos de la historia esperaban desde hace tiempo: el NO-DO comienza a hacerse público. Desde este mismo miércoles, ya se pueden consultar en PLATFO, la plataforma audiovisual del Ministerio de Cultura, los noticiarios correspondientes a 1943 y 1944, los dos primeros años de emisión. En total, cerca de 200 títulos que permiten ver, en primera persona, cómo se construía el relato oficial del régimen.
Este es solo el inicio. Urtasun explicó que PLATFO irá incorporando progresivamente los contenidos digitalizados a medida que avance el proceso. De momento, se han restaurado en calidad 4K más de 49.000 minutos de material, lo que supone aproximadamente el 40% del fondo total. Se trata de un esfuerzo técnico y documental que busca preservar y, sobre todo, democratizar el acceso a un patrimonio audiovisual esencial.
El ministro agradeció la labor de los comisarios Rafael R. Tranche y Vicente Sánchez-Biosco, cuya mirada experta ha ayudado a contextualizar y dar sentido a esta memoria filmada. La apertura del archivo marca un paso decisivo: ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de reflexionar, conocer y cuestionar por sí misma una etapa fundamental de nuestra historia reciente. Porque, como recordó Urtasun, la democracia se sostiene también sobre la capacidad de mirar atrás sin miedo y con espíritu crítico.