A más de un año y medio de la muerte de Shannen Doherty, su herencia continúa envuelta en un conflicto legal. Su familia mantiene una disputa con su exesposo, el fotógrafo Kurt Iswarienko, a quien reclaman la entrega de una propiedad valorada en más de 1,5 millones de dólares, además de otros bienes que, según alegan, deberían haber pasado al patrimonio de la actriz tras la firma del divorcio.
La propiedad en cuestión es una casa en Dripping Springs, Texas, una zona conocida por sus paisajes y lujosas infraestructuras. La vivienda, que cuenta con cuatro dormitorios y cuatro baños, aún no ha sido puesta a la venta como dictaba el acuerdo de divorcio. A esto se suman otros activos pendientes de entregar, entre ellos obras de arte —incluido un cuadro de Salvador Dalí— varios vehículos y otros bienes pactados.
Según la revista ¡HOLA!, el acuerdo firmado un día antes de la muerte de Doherty estipulaba no solo la venta de la casa, sino también la transferencia de bienes, derechos de licencia vinculados al trabajo de Iswarienko y la compra de la participación de la actriz en un avión Mooney M-20. Todo esto debía ejecutarse de inmediato para integrarse en el legado de la intérprete, algo que no ha sucedido, lo que llevó a sus representantes legales a iniciar acciones judiciales.

Christopher Cortazzo, administrador de la herencia, presentó documentos ante la justicia alegando que el fotógrafo tampoco entregó los 50.274 dólares que corresponden a los herederos por la venta de un hangar conectado a la aeronave. La demanda sostiene que «Iswarienko no ha cumplido con las obligaciones del acuerdo de divorcio firmado un día antes de la muerte de Doherty».
La actriz había comentado en su podcast que su intención era dejar todos sus asuntos resueltos para evitar cargas adicionales a su madre y familiares tras su fallecimiento. Sin embargo, el incumplimiento del acuerdo ha generado el conflicto legal que ahora sus allegados intentan solucionar para respetar la voluntad que ella dejó establecida.