El proyecto La base y la cruz ha sido elegido este martes como ganador del concurso internacional convocado por el Gobierno para resignificar el Valle de Cuelgamuros, antiguo Valle de los Caídos, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática. La propuesta ofrece una nueva visión del conjunto monumental, priorizando el encuentro y el diálogo en un entorno más natural, y contempla importantes modificaciones estructurales que transforman el acceso y el recorrido del lugar.
La intervención se articula en torno a dos elementos principales: una plataforma y un patio que la atraviesa. Entre los cambios más significativos destaca la demolición de la escalinata que da acceso a la Basílica y la construcción de un soportal con una gran circunferencia abierta al cielo. Desde allí se podrá acceder tanto al templo como al centro de interpretación, donde se explicará la historia de Cuelgamuros y su vinculación con la dictadura. El jurado calificó la propuesta como un proyecto “con mucha valentía”.
El jurado destacó que se trata de una intervención que combina respeto patrimonial con claridad conceptual para modificar el fondo afectivo del conjunto. Según fuentes del Ministerio de Vivienda, “es una tarea que va más allá de la reinterpretación arquitectónica, paisajística y artística del conjunto y su entorno; un trabajo que tiene la responsabilidad de redefinir este espacio en un lugar de memoria, reconocimiento, conmemoración y homenaje. De integración”.
El equipo multidisciplinar que presentó el proyecto busca generar un acto de reencuentro y de reconciliación con la historia, abordando el pasado desde una nueva conciencia. Como explican las mismas fuentes, “es un acto de reconciliación con lo vivido, de reconocimiento a lo que se quiso olvidar del otro para la reactivación del presente”. La propuesta plantea un memorial abierto, que no impone soluciones sino que invita a la participación y a la conversación activa.
El proyecto tiene como objetivo hacer visible la memoria del dolor sin borrarla, integrándola en una lectura comprensiva del lugar. Se concibe como un espacio inacabado, abierto a la creación colectiva y a la reflexión, transformando el Valle de Cuelgamuros en un sitio de diálogo, memoria y homenaje, en consonancia con los principios de la Ley de Memoria Democrática.