Los problemas de salud mental y las algias, dolores como lumbalgias, dorsalgias o cervicalgias, explican más de dos tercios del incremento del absentismo laboral por incapacidad temporal (IT) en España entre 2018 y 2023. En ese periodo, las jornadas perdidas por IT en el Régimen General pasaron del 4,1% al 5,6%.
Todas las patologías aumentaron durante esos cinco años. Sin embargo, el crecimiento más acusado corresponde a la salud mental. Los días perdidos por esta causa se incrementaron un 88% en el Régimen General y un 75% entre los autónomos. Las algias ocuparon el segundo lugar, con aumentos del 39% y del 36%, respectivamente. Estas dolencias continúan siendo la principal causa de jornadas laborales perdidas. La salud mental, por su parte, ha desplazado a la traumatología como la segunda causa más frecuente.
La sexta nota breve del estudio sobre los determinantes del absentismo laboral por IT, elaborada por Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), analiza la evolución de los diagnósticos en España. Según el documento, las patologías vinculadas a la salud mental y las algias, las más difíciles de objetivar; concentran el 51,1% de los días de baja de los asalariados del Régimen General y el 49% de los autónomos. En conjunto, representan más de dos tercios del aumento del absentismo por IT entre 2018 y 2023.
También se refleja el impacto de la salud mental en los datos de incidencia, es decir, en el número de bajas por cada 1.000 trabajadores. Durante el periodo analizado, el incremento fue del 64%, hasta alcanzar las 34,9 bajas por cada mil empleados en 2023. Las algias son la segunda patología que más crece, con un aumento del 22%. En cambio, otras enfermedades registran avances más moderados, ya que las oncológicas suben un 17,8%, las cardiovasculares un 19,2% y las traumatológicas apenas un 1%.
Asimismo, la salud mental ya es la principal causa de días de baja entre los trabajadores menores de 30 años. En los mayores de esa edad ocupa el segundo puesto, por detrás de las algias. Destaca especialmente el grupo de mujeres jóvenes de 20 a 29 años, donde la salud mental explica el 30% de las jornadas perdidas por IT.
El estudio de Umivale Activa y el Ivie identifica dos factores clave en el aumento de la incapacidad temporal de los procesos de larga duración (superiores a 365 días) y los casos de repetición (personas que acumulan más de una baja en 12 meses). Las bajas prolongadas por salud mental se han multiplicado, con un crecimiento del 147% en su prevalencia. Las relacionadas con algias también muestran un fuerte incremento, del 93%.
En 2023, el 64,5% de las personas que repitieron baja por IT presentaban algún proceso vinculado a la salud mental y el 58% a las algias. Estas patologías, más difíciles de diagnosticar y objetivar, plantean mayores retos para su tratamiento, gestión y control dentro del sistema sanitario. Además, aumentan los procesos de más de un año y medio de duración que finalizan con la denegación de la incapacidad permanente: el 64% en el caso de las algias y el 79% en el de salud mental.
Por ramas de actividad, el incremento de las bajas por estos diagnósticos se extiende a todos los sectores. En todos los casos, la contribución conjunta de las algias y la salud mental a las jornadas perdidas supera el 35%. Las tasas más elevadas se registran en actividades administrativas y servicios auxiliares (8,71% de absentismo total y 4,8% por estos diagnósticos), agua y saneamiento (8,07% y 4,13%) y actividades sanitarias (7,45% y 3,96%). En el extremo opuesto, con tasas de absentismo inferiores al 4% y una contribución de estas patologías por debajo del 2%, figuran los sectores de Información y comunicaciones, Actividades profesionales, Energía, Actividades inmobiliarias, Actividades financieras, Educación y Agricultura.
Y las diferencias territoriales también son significativas. Las mayores tasas de incapacidad temporal por salud mental y algias se concentran en Canarias, las provincias cantábricas y el noroeste peninsular. En el caso de las algias, destacan además Teruel, Murcia y algunas provincias del suroeste. La salud mental tiene un peso especial en Barcelona, Tarragona y Valencia.
Todas las comunidades autónomas registran incrementos, aunque con distinta intensidad. En algias, los diagnósticos crecen un 15% en Castilla-La Mancha y un 25% en Madrid, mientras que en Galicia suben un 73% y en Melilla un 84%. En salud mental, el aumento va desde el 3% en Castilla-La Mancha hasta más del 100% en Andalucía, Canarias y Galicia.