El Papa León XIV emprenderá su primer viaje internacional el próximo mes. La gira incluirá Turquía y Líbano, siguiendo los planes que el papa Francisco había preparado antes de su fallecimiento. Según anunció el Vaticano, León visitará Turquía del 27 al 30 de noviembre y Líbano del 30 de noviembre al 2 de diciembre.
En Turquía, el Papa participará en una peregrinación a Iznik para conmemorar el 1700 aniversario del Concilio de Nicea. Este concilio, celebrado en el año 325, marcó un momento clave para el cristianismo y tanto la Iglesia católica como la ortodoxa lo reconocen. La visita busca fortalecer los lazos entre católicos y ortodoxos y cumplir la intención de Francisco de acercar a ambas tradiciones cristianas.
El viaje también promueve el ecumenismo y el diálogo interreligioso. Turquía, puente entre Occidente y Oriente, servirá como escenario para que el Papa muestre su voluntad de fomentar la paz y la cooperación entre cristianos y musulmanes. Este gesto tiene un gran significado histórico y espiritual y recuerda el papel del Vaticano en la construcción de puentes más allá de las fronteras religiosas, según publicó Vanguardia MX.
La segunda etapa del viaje llevará al Papa a Líbano, país con la mayor proporción de cristianos en Oriente Medio y el único con un jefe de Estado cristiano. Allí, León XIV tendrá la oportunidad de expresar su mensaje de paz en medio de la tensión regional. La visita llega en el segundo aniversario de los ataques de Hamás en el sur de Israel y en un contexto de recuperación tras crisis económicas y conflictos recientes.
El patriarca maronita Bechara Boutros Raï expresó que la visita del Papa es esperada con “gran alegría y renovada esperanza” y puede convertirse en “un signo de unidad para todos los libaneses, cristianos y musulmanes por igual”. La comunidad cristiana libanesa enfrenta desafíos significativos, desde la presencia de refugiados hasta la tensión con Hezbollah e Israel. La llegada de León XIV simboliza apoyo y reconocimiento a su papel como baluarte de la Iglesia en la región.
El viaje también representa un delicado acto diplomático. El Vaticano deberá equilibrar mensajes de paz y justicia mientras mantiene su neutralidad en un contexto de conflictos prolongados. León XIV seguirá el ejemplo de Francisco, buscando construir puentes de diálogo y reconciliación, y mostrando al mundo que la Iglesia puede ser un actor de unidad en tiempos difíciles.