El Principado de Asturias invita a los amantes del senderismo y la naturaleza a descubrir una de sus rutas más fascinantes: el Camino Real del Puerto de la Mesa. Este recorrido, de más de 56 kilómetros, atraviesa el corazón del centro-occidente asturiano y permite adentrarse en su historia, sus paisajes y sus tradiciones más antiguas. Un itinerario que combina deporte, patrimonio y naturaleza en un entorno espectacular.
Se trata de una ruta exigente pero inolvidable, que discurre por montañas escarpadas y valles profundos, atravesando los municipios de Somiedo, Teverga, Belmonte de Miranda y Grado. El camino, perfectamente señalizado, puede hacerse a pie, en bicicleta o incluso a caballo, y transcurre por zonas de gran valor ambiental, como el Parque Natural de Somiedo, el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa y el Pico Caldoveiro.
El origen del Camino Real del Puerto de la Mesa se remonta al siglo I a.C., en tiempos de la conquista romana. A lo largo del trazado, el viajero puede encontrar restos de antiguas estaciones megalíticas y tramos de calzada romana, testigos del paso del tiempo. En la Edad Media, fue una importante vía de comunicación para el tránsito de personas, mercancías y ganado, consolidándose como un eje vital para el desarrollo de la región.
La ruta no solo destaca por su valor natural e histórico, sino también por su riqueza artística y arquitectónica. A lo largo del recorrido se pueden visitar joyas del románico asturiano como la iglesia de Santo Adriano de Tuñón, la Colegiata de San Pedro de Teverga, la iglesia de Santa María de Villanueva de Teverga y el templo de San Pedro de Arrojo, construidos entre los siglos XI y XIII.
Quienes se aventuren en este camino deben tener en cuenta su dureza. La travesía, que comienza en Torrestío y finaliza en Las Cruces, alcanza los 1.800 metros de altitud en el Puerto de la Mesa antes de descender hasta los 350 metros, mostrando la diversidad de paisajes que caracterizan la cordillera cantábrica. Es recomendable evitar el invierno por las condiciones meteorológicas y los fuertes vientos.
Durante la ruta, es habitual cruzarse con jabalíes, zorros, lobos, gavilanes y zorzales, especies que habitan los extensos bosques de la zona. Desde las montañas más altas hasta los valles del río Nalón, el Camino Real del Puerto de la Mesa es una experiencia que combina aventura, historia y naturaleza, una joya del patrimonio asturiano que sigue viva dos mil años después.