El expresidente del Gobierno José María Aznar ha lanzado este viernes duras críticas al Ejecutivo de Pedro Sánchez. En su intervención en la clausura del Campus FAES 2025, calificó al Gobierno de España como una “ineptocracia corrupta” y alertó sobre lo que denominó un “sanchismo terminal”, al que consideró “muy peligroso”.
Aznar señaló que este Ejecutivo no muestra ni lucidez ni coraje y que está más dedicado a enfrentar a los españoles entre sí que a gobernar con eficacia. “Estamos gobernados por una ineptocracia corrupta. Un Gobierno que enfrenta a los ciudadanos acaba siendo, necesariamente, una fuente de desorden”, aseguró. Según el expresidente, España “hoy no funciona ni económica ni institucionalmente”.
La intervención de Aznar se produjo en un contexto marcado por los disturbios durante La Vuelta provocados por protestas propalestinas. El expresidente subrayó que cuando un Gobierno “alienta primero y se felicita después por la comisión de disturbios violentos, es que ha dimitido de su responsabilidad sin renunciar a su poder”. Para él, esto evidencia un Ejecutivo dispuesto a convertirse en “rehén de la violencia” y a ocupar simultáneamente los roles de policía y agitador callejero, según ha publicado Europa Press.
Aznar advirtió que el “sanchismo terminal” no respeta los límites parlamentarios y que, si colapsa el apoyo de sus socios, seguirá gobernando sin atender la ley. “Como todo lo que es terminal, es peligroso. Muy peligroso”, sentenció.
El acto contó con la presencia de destacados dirigentes del Partido Popular, entre ellos Alberto Núñez Feijóo, Ester Muñoz y María Dolores de Cospedal, así como Javier Zarzalejos, eurodiputado y director de FAES. Zarzalejos aprovechó para subrayar la importancia de una política responsable frente a un mundo cada vez más conflictivo e incierto. Afirmó que Europa debe “hacer más” y movilizar sus capacidades, destacando la relevancia de la relación transatlántica para la seguridad, la defensa y el comercio.
En su intervención, Zarzalejos criticó el activismo oportunista y destacó que la política responsable busca estabilidad en lugar de alimentar el desorden. Por su parte, Aznar insistió en que la España de Sánchez es “un rosario de paradojas insufribles” y reiteró la necesidad de estar atentos a un poder que puede actuar sin límites ni control.
El mensaje del expresidente fue claro: un Ejecutivo sin lucidez ni coraje, que fomenta la confrontación y tolera la violencia, representa un riesgo para la estabilidad del país y para la cohesión social. La advertencia sobre el “sanchismo terminal” no solo apunta a la política interna, sino también al papel de España en un contexto internacional cada vez más complejo.