Recomendaciones para conservar mejor los embutidos y quesos en la nevera

15 de julio de 2025
3 minutos de lectura
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Descubre los mejores consejos para guardar embutidos y quesos en la nevera y prende cómo almacenarlos correctamente según su tipo

Los embutidos y el queso son productos deliciosos, muy versátiles y populares dentro de la cocina. Almacenar estos alimentos de forma adecuada nos garantizará no solamente conservar su calidad sino también evitar problemas que atenten contra nuestra salud. El diario Excelsior nos explica lo siguiente: 

¿Cómo se deben guardar los embutidos?

 No todos los embutidos se guardarán de la misma manera, esto dependerá de si están curados o cocidos, y de si se encuentran abiertos o sellados.

  • Embutidos curados (jamón serrano, salami, chorizo):

Estos embutidos se elaboran mediante procesos de curado en seco, lo que les permite resistir mejor el paso del tiempo. Para guardarlos, hay que envolver los embutidos curados en papel encerado, papel vegetal o una tela de cocina limpia.

No se debe usar bolsas de plástico herméticas, ya que impiden la respiración del producto. Guardarlos en la parte menos fría del refrigerador (el cajón de las verduras) es una buena opción.


Este tipo de embutidos duran de 2 a 3 meses en refrigeración, siempre y cuando estén cerrados y sin rebanar. Una vez abiertos o rebanados se deben consumir en máximo 2 semanas.

  • Embutidos cocidos (jamón de pierna, salchichas, mortadela, pechuga de pavo):

Estos productos tienen más humedad y son más sensibles al deterioro. Si están sellados, se deben de conservar en su empaque original hasta la fecha de caducidad. Una vez abiertos, deben guardarse en recipientes herméticos o envuélvelos con papel film o papel aluminio.

¿Cómo guardar el queso?

El queso es otro alimento que requiere cuidados especiales, pues sus características varían según su nivel de maduración y contenido de humedad. Así los debes de guardar dependiendo su tipo: 

  • Quesos frescos (panela, requesón, cottage):

Tienen alto contenido de agua y se echan a perder rápidamente si no se mantienen refrigerados de manera adecuada. Deben ser conservados en su recipiente original, o en uno hermético con tapa.

Si el queso viene en suero (como el panela), debe mantenerse cubierto por este líquido. Si pierden líquido, puedes añadir un poco de agua (con sal, hervida y fría). Este tipo de quesos duran de 4 a 6 días después de abrirlos.

  • Quesos semimaduros (manchego, gouda, asadero):

Tienen una textura más firme y contienen menos agua que los frescos. Guardarlos envueltos en papel encerado o papel vegetal, luego colócalos en un recipiente o bolsa con cierre, sin sellarla completamente es lo más recomendable.

Evitar el contacto directo con el plástico, ya que puede provocar sudoración y mal olor. Este tipo de quesos duran hasta 2 semanas después de abiertos.

  • Quesos maduros (parmesano, pecorino, añejo):

Son los más duraderos por su bajo contenido de agua, para guardarlos envuélvelos en papel encerado o en un paño seco. Guardar en un recipiente que no sea hermético, para permitir circulación de aire.

No se deberían congelar, ya que pueden volverse quebradizos. Este tipo de quesos pueden durar más de 4 semanas si se almacenan correctamente.

  • Quesos untables (crema, queso para untar, ricotta):

Este tipo de quesos son altamente perecederos, deben mantenerse bien cerrados. Conservarlos siempre en su envase original o en frascos de vidrio con tapa hermética.

Se deben utilizar cucharas limpias cada vez que se consuma para evitar contaminación. Solo duran de 5 a 7 días una vez abiertos.

Recomendaciones para conservar quesos y embutidos

Procurar seguir estas recomendaciones para conservar los ingredientes en mejor estado:

  • Etiqueta los productos: anotar la fecha de apertura para llevar un control del tiempo.
  • Evitar colocarlos en la puerta del refrigerador: es la zona más caliente y con más fluctuaciones de temperatura.
  • Asegurarse de sellar bien los empaques: el aire es enemigo de estos productos.
  • No mezclar distintos tipos en un mismo recipiente: cada uno tiene una flora bacteriana propia.
  • Revisa signos de descomposición: cambios de color, texturas gomosas o mal olor son señales claras.
  • Limpiar regularmente tu refrigerador: para evitar contaminación cruzada.
  • Congela solo si es necesario: puedes congelar ciertos embutidos cocidos si no los usarás pronto, pero los quesos suelen alterar su textura al descongelar.

Errores comunes al guardar embutidos y quesos

Hay algunas prácticas que son muy comunes y que probablemente llevemos todo el tiempo haciéndolas. Esto es lo que se debe evitar:

  • Usar solo plástico para envolver: impide la respiración del producto y genera humedad.
  • Cortar todo el queso de una vez: acelera su oxidación. Es mejor cortar porciones a medida que se consumen.
  • Guardar productos húmedos: si sudan, sécalos suavemente con una servilleta antes de envolverlos.
  • No revisar las fechas de caducidad: es crucial saber si aún es seguro consumirlos.
  • Dejar los embutidos sin cubrir: esto los seca, cambia su color y sabor rápidamente.

Conservar embutidos y quesos correctamente no es complicado. Un buen almacenamiento no solo mejora la duración de estos productos, también asegura que conserven su sabor, textura y calidad. Sigue estos tips y evita el desperdicio de ingredientes.

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