La Policía de Noruega ha presentado una acusación formal contra Marius Borg Hoiby, hijo de la princesa heredera Mette-Marit, por un total de 23 delitos, entre ellos tres agresiones sexuales. La acusación se produce tras una investigación que se extendió durante diez meses, iniciada después de que Hoiby fuera arrestado en agosto de 2024 por presuntamente agredir a su novia.
En un comunicado oficial, las autoridades noruegas han explicado que esta «investigación exhaustiva» incluyó “entrevistas a un gran número de testigos, redadas y la revisión de un extenso material digital”. Añaden que el acusado, de 28 años, ha “cooperado” en todo momento con las pesquisas.
«La investigación ha sido completada y los casos han sido suficientemente investigados», ha resaltado la Policía, que detalló los delitos que se le imputan: tres violaciones —una con penetración y dos sin ella—, cuatro cargos por conducta sexualmente explícita, uno por abuso en una relación cercana, dos por agresiones, uno por vandalismo, uno por amenazas, cinco violaciones de órdenes de alejamiento, un insulto a un agente y cinco infracciones de tráfico.
Las autoridades han subrayado que los resultados de la investigación han sido entregados a la Fiscalía. Esta será la encargada de decidir si Hoiby enfrentará un juicio por las acusaciones, que involucran a más de diez víctimas, según indicó el fiscal de Policía, Andres Kruszewski.
Por su parte, el abogado de Hoiby, Petar Sekulic, declaró a la cadena NRK que el hijo de Mette-Marit —fruto de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe heredero Haakon— rechaza categóricamente las acusaciones de agresión sexual. «Se toma esto muy en serio y ha cooperado bien con la Policía», ha destacado Sekulic.
La Casa Real, por su parte, emitió un breve comunicado en el que señala que «el caso sigue su curso en el sistema legal y sigue los procedimientos normales». «No tenemos nada más que añadir», ha remachado.