San Mamés fue testigo del renacer de un Tottenham que, tras años de sequía, volvió a saborear la gloria europea. El conjunto londinense conquistó la Europa League tras vencer 1-0 al Manchester United en una final inglesa que no pasará a la historia por su belleza, pero sí por su tensión y desenlace dramático. El único gol de la noche, obra de Brennan Johnson en el minuto 42 tras una jugada con suspense y error defensivo incluido, fue suficiente para sellar el título y el ansiado billete a la Champions, según una información publicada en Europa Press.
El duelo comenzó con más nervios que ocasiones. Dos equipos heridos en la Premier, con más dudas que certezas, buscaron redimirse en Bilbao. El Tottenham fue más efectivo: sólido en defensa y certero en el único remate entre los tres palos de la primera parte. El United, por su parte, se mostró plano, dependiente de chispazos aislados de Bruno Fernandes y Garnacho.
En la segunda mitad, los de Ruben Amorim se volcaron sobre la portería de Vicario. Garnacho agitó el partido desde el banquillo y los ‘red devils’ tuvieron varias para empatar: un balón salvado sobre la línea por Van de Ven, un cabezazo desviado de Bruno y un milagro del portero italiano ante Shaw en el descuento. Pero el marcador no se movió.
Con el pitido final, San Mamés se tiñó de blanco y azul. El Tottenham celebró su primer título en 17 años y confirmó su resurrección con billete a la próxima Champions. Para el United, otra temporada en blanco y sin Europa. En Londres florece una nueva esperanza; en Manchester, sigue la tormenta.