Sentirse cansado todo el tiempo puede ser señal de que al cuerpo le faltan nutrientes esenciales. Una investigación reciente destaca que las vitaminas del complejo B y la vitamina C son fundamentales para combatir el cansancio crónico y recuperar la vitalidad necesaria para llevar una vida activa y saludable.
Con el paso del tiempo, el organismo pierde eficacia en absorber y procesar ciertas vitaminas, especialmente la vitamina D obtenida por exposición solar. Sin embargo, especialistas coinciden en que las del grupo B y la C son las más eficaces para mejorar los niveles de energía, siempre considerando factores como la edad, el sexo, la salud general y el estilo de vida.
El complejo B —que incluye B1, B2, B3, B6, B9 y B12— cumple funciones clave en la transformación de los alimentos en energía, el mantenimiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. La carencia de estas vitaminas puede provocar fatiga, pérdida de apetito, debilidad muscular, problemas de memoria y cambios de ánimo.
Por su parte, la vitamina C no solo actúa como antioxidante, sino que también fortalece el sistema inmunológico, acelera la cicatrización de heridas y ayuda a generar neurotransmisores esenciales como la serotonina. Su déficit puede traducirse en encías sangrantes, infecciones frecuentes, cabello quebradizo y dolores articulares.
Una dieta equilibrada puede aportar ambas vitaminas. Alimentos como carnes magras, huevos, cereales integrales, vegetales de hoja verde y legumbres son ricos en vitamina B, mientras que los cítricos, el kiwi, las papas, los tomates y el brócoli son excelentes fuentes de vitamina C, según indica El Nuevo Día.
Aunque muchos optan por suplementos, los nutricionistas recomiendan priorizar el consumo natural a través de la alimentación, y consultar con un profesional antes de iniciar cualquier tratamiento vitamínico. Combatir el cansancio con el apoyo de estos nutrientes es posible y puede marcar la diferencia en el bienestar diario.