A Saúl, que en otro tiempo fue un rey deseado y preferido por los judíos, se le fue yendo la gracia primera y fue acumulando irritación y cólera, como un poseso. Los palmeros de más confianza le aconsejaron que buscase a alguien que supiera tocar el arpa para que, cuando le llegasen los ataques de ira, con la música se acompasara. Le sugirieron a David, el menor de los hijos de Jesé, que sabía de liras, compases y poemas… y que terminó sustituyéndolo como rey porque el chico valía y la gracia de Dios lo acompañaba.
Gonzalo, el hijo más pequeño del Presidente del Constitucional, también de magistrada del Supremo, no tengo entendido que sea virtuoso del arpa ni músico destacado como el hermano del Presidente de Gobierno, pero es rubio como David y le han contratado en Telefónica para que cuide la sonoridad de los teléfonos más relevantes. En este caso la experiencia se valora menos que la preferencia, porque el puesto a desempeñar es de alta categoría. Casi treinta años tiene y el sueldo supera los cien mil.
…Luego dicen las malas lenguas que en España no hay buenos puestos de trabajo para los jóvenes.
Pedro Villarejo