Hoy: 21 de febrero de 2025
Miguel Bosé es un nombre imposible de ignorar. Durante más de 50 años, ha formado parte del paisaje musical tanto en México como en el mundo entero, según detalla Excelsior.
Su presencia ha sido clave en el pop y la balada, dejando una huella imborrable con su voz, su actitud transgresora, su sentido del humor y su evolución constante en el arte. Sin embargo, no todo ha sido fácil para él. Aunque su imagen se asocia con éxito y fortaleza, hubo un periodo en el que enfrentó grandes dificultades.
Ocho años alejado de los escenarios marcaron un antes y un después en su vida. Durante ese tiempo, Bosé vivió momentos personales y emocionales que lo llevaron a tocar fondo, a sentirse asfixiado.
La única manera de sanar fue desmontar su propia identidad artística, cuestionarse a sí mismo y encontrar la forma de reconstruirse. Miguel tuvo que deconstruir a Bosé, aquella figura que el público conocía y reconocía, para después permitir que el tiempo hiciera su trabajo y lo ayudara a volver con más fuerza.
«Cuando todo se desmoronó y los problemas comenzaron a acumularse, me di cuenta de que culpaba a Bosé. Le reprochaba su peso, su relevancia, su influencia en mi vida. Pensé: ‘Tú me has destrozado, no ha sido Miguel’. Entonces decidí desmontarlo, como un juego de piezas, y dejar que el tiempo lo ventilara, lo expusiera al sol hasta que el ego desapareciera», relató el artista en una reciente conferencia de prensa.
Pero toda pausa tiene un fin, y un día sintió que era momento de recomponer lo que había desarmado. «Llegó el instante en el que comprendí que ya había castigado suficiente a Bosé, que él también podía evolucionar. No es un bloque sólido e inquebrantable, es un conjunto de piezas que se pueden acomodar de otra manera.
Y así lo hice. Hoy, Bosé ha renacido, y eso se verá reflejado en el escenario, en un espectáculo poderoso y luminoso donde la creatividad y la esencia serán protagonistas», compartió.
Cada show que ofrece es una experiencia única, un viaje por su mente y su trayectoria. No es de extrañar que su gira «Miguel Bosé: Importante Tour» se haya convertido en su prioridad, un proyecto en el que ha volcado todo su esfuerzo y aprendizaje.
«Después de tanto tiempo lejos del escenario y de haber superado enormes desafíos personales, emocionales, profesionales y familiares, esta gira representa lo más importante que podía hacer en este momento de mi vida», confesó.
Ocho años es un periodo considerable, y regresar después de tanto tiempo podría ser un reto intimidante, incluso para alguien con su experiencia. Sin embargo, para Bosé es como andar en bicicleta: una vez que lo aprendes, nunca lo olvidas.
«Al principio tenía preocupaciones, me preguntaba cómo iba a llenar el espacio en el escenario, pero en cuanto la música comienza, todo regresa. La energía, la pasión y el instinto se activan y de pronto el escenario se hace pequeño», explicó.
Para este regreso, el artista ha decidido hacerlo completamente solo. No habrá ni invitados, duetos y colaboraciones. «Esta gira es mía, solo mía. Estoy cansado de duetos, de compartir el escenario.
Con ‘Papito’ abrí la puerta a los álbumes de duetos en la música latina, pero ya es suficiente. Es absurdo pensar que después de ocho años de ausencia volvería con más colaboraciones. Esta vez quiero dar al público lo mejor de mí, sin intermediarios», declaró con su característico humor.
Su entusiasmo es evidente. Bosé no puede ocultar la felicidad que le produce este nuevo capítulo en su carrera. Cada ensayo, cada preparación lo disfruta al máximo, porque ahora tiene una perspectiva renovada.
«Al principio llegaba a los ensayos con miedo, preguntándome cómo se hacía esto de nuevo. Pero en cuanto comienza la música, todo fluye. Ahora me siento más sólido, sin rencores ni lastres. He aprendido a dejar atrás el dolor y a enfocarme en lo que realmente importa», concluyó.
Miguel Bosé está de vuelta, y con él, una nueva etapa de su arte, su música y su vida.