Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Vaticano y Microsoft han colaborado para crear una versión digital de la Basílica de San Pedro, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de explorar uno de los templos más famosos del mundo desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Este proyecto digital también permitirá a la Santa Sede mejorar la gestión de visitantes y abordar aspectos de conservación del histórico monumento.
Esta réplica virtual se logró a partir de 400.000 imágenes digitales de alta resolución, capturadas durante un mes mediante drones, cámaras y tecnología láser en momentos en los que la basílica permaneció cerrada. Este material, junto con dos nuevas exposiciones, proporcionará una experiencia inmersiva tanto a los visitantes en persona como a quienes opten por explorarla de manera virtual.
Brad Smith, presidente de Microsoft, presentó el proyecto en una rueda de prensa en el Vaticano, resaltando su innovador carácter tecnológico: “Se trata de uno de los proyectos más avanzados y complejos de su tipo jamás emprendidos”. Este lanzamiento también coincide con la preparación del Jubileo de 2025, un año especial en el que la basílica se prepara para recibir a millones de peregrinos y visitantes.
Además de ofrecer una réplica en 3D extremadamente detallada, la plataforma permitirá a los visitantes reservar horarios de entrada, una medida pensada para mejorar la organización y reducir las largas filas que suelen formarse a diario.
El núcleo del proyecto es una réplica digital exacta de la basílica lograda mediante fotogrametría avanzada e inteligencia artificial. Desarrollada en colaboración con la firma de preservación digital Iconem, la réplica ocupa 22 petabytes de datos —una cantidad tan grande que llenaría millones de DVDs, comentó Smith. Esta réplica no solo recrea la basílica, sino que ayuda a identificar daños estructurales y signos de deterioro, tales como mosaicos faltantes o grietas ocultas, detalles que normalmente pasarían desapercibidos a simple vista.
Durante la presentación, el papa Francisco expresó su gratitud al equipo del proyecto y a quienes cuidan de la basílica, destacando que “esta casa de oración, que es para todos los pueblos, nos ha sido confiada y requiere cuidado tanto espiritual como material, apoyados en los avances tecnológicos”.
El proyecto se suma a otras iniciativas de preservación digital que Microsoft ha llevado a cabo en sitios históricos como Mont Saint-Michel en Francia y la Antigua Olimpia en Grecia.
Además, responde a la iniciativa del papa Francisco de 2018 que promueve el uso ético y humanitario de la inteligencia artificial, recordando que la tecnología debe alinearse con valores como la compasión y la moralidad.
Smith evitó precisar la inversión de Microsoft en esta colaboración, señalando únicamente que ha resultado “sustancial” y que representa un compromiso con la preservación del patrimonio a través de tecnologías avanzadas.