Hoy: 14 de noviembre de 2024
Los comediantes y caricaturistas del poder suelen resumir el momento político y social, encontrar el chiste a lo absurdo y responder a las maldiciones provocando esa risa colectiva necesaria para las rebeliones.
Tal vez el mejor resumen sintético de la elección fue la del periódico satírico The Onion, con el titular América derrota a América
. Pero en esta coyuntura estadunidense, uno sabe que las cosas están muy mal cuando hasta los bufones lloran.
Los presentadores de los principales programas nacionales de televisión nocturnos de tertulia y comedia ofrecieron sus primeras impresiones 24 horas después de la elección, casi todos emplearon la palabra fuck
y admitieron que no es fácil hacer bromas ahorita.
Jimmy Kimmel, presentador de Jimmy Kimmel Live! de ABC, declaró que “fue una noche terrible para las mujeres, para los niños, para los cientos de miles de trabajadores inmigrantes que hacen que este país funcione; para la salud, para nuestro clima, para los científicos, para los periodistas, para la justicia, para la libertad de expresión. Fue una noche terrible para la gente pobre, para la clase media, para los de la tercera edad que dependen del seguro social… para la democracia y la decencia. Fue un noche terrible para todos quienes votaron en contra de él y, ¿saben qué?, fue una noche terrible para quienes votaron por él también, aunque aún no se dan cuenta”. La voz se le cortó al intentar no llorar en medio de su lista.
Su programa empezó con su asistente Guillermo entrando al camerino donde Kimmel empacaba mientras declara que tiene que huir de este país. El asistente le dice que el país lo necesita más que nunca y lo convence de quedarse, pero el asistente, quien es de origen mexicano, se pone un sombrero de charro y saca su maleta. Kimmel le pregunta adónde va. Guillermo le responde, me voy a regresar a México
. Fuck esto, ahí te lo dejo”.
Stephen Colbert, presentador del Late Show en CBS, sin su actitud normal de desafío, declaró: “pues, fuck, sucedió de nuevo”, y por un momento se le rompió la voz con tristeza e ira. Ya en su monólogo de humor negro, afirmó: “esta es una democracia… Y en esta democracia la mayoría se ha expresado, y dijeron que realmente no les importa tanto la democracia”. Agregó: quién sabe cómo serán los próximos cuatro años. Lo que sí sabemos es que seremos gobernados por un niño monstruoso rodeado de cobardes y estafadores
.
Jon Stewart, comediante que ganó enorme influencia nacional y fue hasta calificado entre las voces más confiadas de los noticieros, a pesar de que el que conducía – The Daily Show– era ficticio, este año retomó ese papel una vez a la semana. En sus primeros comentarios poselectorales advirtió contra creerle a los expertos. “Esto es lo que sabemos: que no sabemos realmente nada. Vamos a salir de esta elección y vamos a hacer todo tipo de proclamas sobre qué es este país, qué es este mundo, y la verdad es que no vamos a saber ni mierda… Sólo quiero señalar que… las conclusiones que nuestros expertos proclamarán con certeza estarán equivocadas”. Ofreció varios ejemplos del pasado reciente con los expertos
electorales de los medios masivos afirmando todo tipo de cosas concluyendo con uno de 2021, donde un especialista proclama que Trump, después de su intento de subvertir la elección de 2020, era para siempre un paria que jamás podrá regresar
a Washington otra vez.
La caricatura publicada como portada de The New Yorker es la Estatua de la Libertad caminando sobre una cuerda floja. Entre los cartones hechos con tristeza, alarma e ira, está uno de Lalo Alcaraza que muestra dos figuras, una con una camiseta que dice Latinos para Trump
(agrupación real) sosteniendo una pancarta que dice por favor, deporta a mi mamá
y junto a él una mujer con una pancarta que dice: chinga tu madre, pendejo
. Ian Stone, cómico inglés, concluyó: las elecciones estadunidenses son demasiado importantes como para dejarlas en las manos de los estadunidenses
.
Una elección tan chistosa que dan ganas de llorar.
Reproducimos por su interés este artículo firmado por David Brooks publicado en La Jornada.