Hoy: 22 de noviembre de 2024
Leonardo Marcos, exdirector general de la Guardia Civil, ha desmentido “radicalmente” haber proporcionado un chivatazo a Koldo García, exasesor del Ministerio de Transportes, y ha negado cualquier trato con el comandante Rubén Villalba, más allá de haber firmado su cese. “Nunca hemos hablado ni tenido trato, nunca nos hemos reunido, nunca hemos intercambiado mensajes; no le conozco”, afirmó Marcos durante su comparecencia por videoconferencia en la comisión de investigación del Senado.
Al ser cuestionado por UPN sobre su salida de la institución para asumir un puesto en la Embajada de España en Washington, Marcos justificó su decisión después de 15 meses en el cargo, indicando que buscaba “reintegrarse” tras “dar estabilidad” al cuerpo. Aclaró que su nombramiento en la Embajada no fue un “premio político” del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y recordó su trayectoria de 44 años en la administración pública.
En relación a su nombre apareciendo en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO), Marcos pidió que se lean los documentos “en su totalidad” en lugar de de forma parcial. Afirmó que su conocimiento sobre el caso Koldo se limita a lo que se ha publicado en prensa, ya que no tenía la responsabilidad de supervisar las actividades de la UCO.
“Es curioso que mi nombre aparezca en ese informe con indicios tan débiles”, expresó, cuestionando el porqué de su inclusión. Reiteró su negativa sobre cualquier conversación entre Rubén Villalba y Koldo García acerca de un chivatazo, considerándolo “una falsedad absoluta”.
Marcos también negó tener relación con Villalba, a quien describió como “un comandante más en la Guardia Civil”. Su único contacto fue cuando lo suspendió tras conocer su posible implicación en la trama. Al abordar el informe de la UCO que menciona que Villalba habría proporcionado teléfonos móviles seguros a la trama, Marcos se disculpó por no poder comentar, citando cuestiones operativas ajenas a su función como director general.
Por último, aseguró no tener conocimiento de que alguna asociación profesional de la Guardia Civil le hubiera denunciado, refiriéndose a las amenazas de demandas por parte de AUGC y JUCIL. Marcos se preguntó si las acciones en su contra podrían ser un intento de venganza por haber abierto expedientes relacionados con el quebrantamiento de la neutralidad política, en el contexto de manifestaciones contra la ley de amnistía.