Hoy: 23 de noviembre de 2024
Un equipo de arqueólogos ha abierto un sarcófago de 2.000 años en Giugliano, cerca de Nápoles, tras examinarlo previamente con una microcámara. Lo que han encontrado es sorprendente: una momia en un estado de conservación excepcional, algo inesperado para los investigadores.
Los arqueólogos han descubierto un cuerpo envuelto en un sudario, acompañado por objetos funerarios como frascos de ungüentos y herramientas de limpieza. La excelente conservación del cuerpo y los enseres sugiere que el sarcófago perteneció a un miembro destacado de una familia, posiblemente para quien se construyó originalmente el mausoleo. El sarcófago estaba en la Tumba de Cerbero, un lugar con antiguos túneles y catacumbas.
Marian Nuzzo, superintendente del Ministerio de Cultura italiano, ha destacado que este hallazgo arroja luz sobre las costumbres funerarias de la antigua Nápoles y abre nuevas vías de investigación multidisciplinaria.
Actualmente, el equipo realiza estudios para obtener más información. Los análisis preliminares de los restos y de los lechos de deposición han revelado detalles sobre el tratamiento del cuerpo y los rituales funerarios de la época. Se cree que la mineralización del sudario, en buen estado gracias a las condiciones de la cámara, ayudó a su conservación.
Los estudios se enfocan ahora en el análisis del tejido del sudario, mientras se llevan a cabo pruebas de ADN y análisis de polen y sustancias orgánicas. Hasta ahora, se ha concluido que el cuerpo fue tratado con cremas de Chenopodium y ajenjo, plantas conocidas por sus propiedades conservadoras.
El Ministerio de Cultura italiano espera que estos estudios continúen proporcionando información valiosa no solo sobre el difunto, sino también sobre la necrópolis y la sociedad napolitana de hace 2.000 años.