Hoy: 28 de noviembre de 2024
Las fuerzas naturales de la Tierra (la interacción gravitatoria, la interacción electromagnética, la interacción débil y la interacción fuerte) podrían reducir sustancialmente el impacto de la Antártida en el aumento del nivel del mar, pero solo si las emisiones de carbono se reducen rápidamente.
Según determina además un estudio dirigido por la Universidad McGill, si las emisiones continúan en la trayectoria actual, la pérdida de hielo antártico podría conducir a un aumento futuro del nivel del mar mayor de lo que se creía anteriormente.
Según los autores, el hallazgo es significativo porque la capa de hielo de la Antártida es la masa de hielo más grande de la Tierra, y la mayor incertidumbre para predecir los niveles futuros del mar es cómo responderá este hielo al cambio climático.
“Con casi 700 millones de personas viviendo en áreas costeras y el costo potencial del aumento del nivel del mar alcanzando billones de dólares para fines de siglo, comprender el efecto dominó del derretimiento del hielo antártico es crucial”, dijo en un comunicado la autora principal Natalya Gómez, profesora asociada en el Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de McGill.
El estudio se centra en cómo la capa de hielo interactúa con la tierra y cómo esa dinámica se ve influenciada por los niveles de emisión de carbono. Los investigadores afirmaron que esta relación no se ha explorado a fondo en estudios anteriores.
“Nuestros hallazgos muestran que, si bien es inevitable que aumente un poco el nivel del mar, una acción rápida y sustancial para reducir las emisiones podría evitar algunos de los impactos más destructivos del cambio climático, en particular para las comunidades costeras”, afirmó Gómez.
A medida que el hielo se derrite su peso disminuye, lo que hace que la tierra que se encuentra debajo se eleve como una esponja en expansión. Los investigadores afirman que este proceso, llamado elevación posglacial, puede ser un arma de doble filo.
Si las emisiones disminuyen rápidamente, limitando el calentamiento global, la elevación posglacial puede actuar como un freno natural a la pérdida de masa de hielo. Eleva el hielo, lo que ralentiza el flujo de hielo desde la tierra al océano. El estudio descubrió que esta dinámica puede reducir la contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar hasta en un 40%.
Sin embargo, si las emisiones de carbono siguen el mismo ritmo y el planeta se calienta rápidamente, la recuperación de la tierra no será suficiente para frenar el rápido derretimiento del hielo y, en cambio, empujará más agua oceánica lejos de la Antártida, acelerando el aumento del nivel del mar a lo largo de las costas pobladas.