Hoy: 29 de noviembre de 2024
Sonya Massey, una mujer afroamericana que había llamado a los servicios de emergencias al sospechar la presencia de un intruso cerca de su hogar, murió a causa de un disparo en la cabeza, según revela la autopsia publicada por la oficina forense del condado de Sangamon en Illinois.
El informe, de seis páginas, revela que la mujer de 36 años murió como consecuencia de una herida de bala bajo el ojo izquierdo. Sean Grayson, el autor de los disparos, enfrenta cargos de homicidio en primer grado, agresión agravada con arma de fuego y mala conducta, según reporta la cadena NBC News.
La Policía del estado de Illinois publicó un vídeo captado a través de la cámara incorporada en el cuerpo de uno de sus agentes que mostraba al agente imputado y a otro más conversando de forma tranquila en el interior de la vivienda con Sonya Massey hasta que comienza una breve discusión en torno a una olla de agua hirviendo.
Cuando uno de los agentes expresó que se iba a alejar de la olla, Massey respondió en hasta dos ocasiones que le reprendía “en nombre de Jesús”, tras lo que el agente la amenazó con dispararle en la cara. Poco después se escuchan los tres disparos que acabaron con su vida.
El agente, que se declaró no culpable de los cargos y permanece bajo custodia policial sin derecho a fianza, aseguró que Massey iba a lanzarle agua hirviendo.