El primer barco con ayuda a Gaza zarpa de Chipre con 200 toneladas de alimentos

La situación en la Franja ha generado preocupación debido al riesgo inminente de una hambruna a gran escala

El primer barco que zarpará por el corredor marítimo recién establecido entre Chipre y la Franja de Gaza, bajo la bandera de la ONG Open Arms, ha partido este martes desde Chipre cargado con 200 toneladas de alimentos.

«¡Zarpamos! La misión conjunta Open Arms y World Central Kitchen zarpa de Chipre y pone rumbo a Gaza cargada de 200 toneladas de comida», ha compartido la ONG a través de su cuenta en la red social X.

«Se abre así el corredor humanitario marítimo a la Franja, en una misión de alta complejidad y que confiamos sea la primera de muchas que logren paliar la situación de emergencia humanitaria que vive la población», ha agregado.

Colaboración internacional en pro de la ayuda

Por su parte, World Central Kitchen confirmó el envío del barco con «casi 200 toneladas de comida, arroz, harina, legumbres, verduras en lata y proteínas», añadió: «Junto a UAE Aid y el Ministerio de Exteriores de Chipre, nuestro equipo de ayuda trabaja para enviar cuantos más barcos con ayuda posibles».

El viaje del Open Arms marca el inicio de la operación Amaltea, que busca establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y el enclave palestino. Amaltea, nombre que evoca la ternura de la nodriza del dios Zeus en la mitología griega, simboliza la esperanza en medio de la adversidad.

La travesía desde Chipre hasta Gaza abarca aproximadamente 210 millas marítimas (unos 388 kilómetros), un trayecto que, bajo condiciones normales, toma alrededor de 25 horas. Se estima que el Open Arms tardará unas 50 horas en completar el recorrido.

Llamado a la acción internacional

Naciones Unidas y diversas organizaciones no gubernamentales han denunciado las restricciones impuestas por Israel a la entrega de ayuda humanitaria a Gaza, y subrayan la urgencia de actuar ante la grave crisis humanitaria desencadenada por la reciente ofensiva militar. Esta situación ha despertado alarmas ante el riesgo inminente de una hambruna a gran escala, especialmente debido al colapso del sistema sanitario en Gaza.