La Comisión de Investigación de Naciones Unidas para Siria ha emitido una advertencia preocupante sobre el país árabe y ha señalado que la región ha experimentado una espiral de violencia sin precedentes desde 2020, por lo que solicita un alto el fuego urgente antes de que se cumpla el decimotercer aniversario del conflicto, lo que aumenta la urgencia de la situación.
Desde octubre, Siria ha sido testigo de la peor escalada de hostilidades en cuatro años, según afirmó el presidente de la comisión, Paulo Pinheiro. En este contexto de confusión y conflicto, se destaca la necesidad de un esfuerzo internacional para contener los combates en territorio sirio.
La situación humanitaria en Siria es alarmante, con más del 90% de la población sumida en la pobreza y una economía en caída libre. Las sanciones contra el país se han vuelto más estrictas, lo que exacerba aún más la crisis. Según Pinheiro, este panorama ha alimentado prácticas depredadoras y de extorsión por parte de las Fuerzas Armadas y las milicias.
La espiral de violencia se desató a partir de un ataque con dron en una academia militar en la provincia siria de Homs, el 5 de octubre. Este ataque, que dejó cerca de 90 muertos, provocó una respuesta violenta por parte del Gobierno sirio y las fuerzas rusas, con bombardeos indiscriminados que afectaron a civiles y causaron daños en infraestructura civil.
Los ataques provocaron el desplazamiento interno de hasta 120.000 personas, lo que aumentó la crisis humanitaria. A esto se suman las acciones de Israel y Estados Unidos en territorio sirio, así como el aumento de las operaciones turcas contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lo que ha agravado aún más la situación.
La población siria enfrenta dificultades sin precedentes, con cerca de 16,7 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria. La grave escasez de fondos de los donantes ha obligado a suspender los envíos de ayuda, lo que ha empeorado aún más la situación en el terreno.
En medio de esta crisis, la ONU ha recordado las continuas violaciones de derechos humanos por parte del Gobierno sirio, así como los abusos cometidos por grupos terroristas como Hayat Tahrir al Sham (HTS). La comisión destaca la necesidad urgente de acciones para abordar esta crisis humanitaria y detener la espiral de violencia en Siria.