El guardián de la disciplina

Manuel Moix, la fiscal García Cerdá y la apariencia de imparcialidad

El promotor de la acción disciplinaria del Ministerio Fiscal instruye el expediente disciplinario contra una subordinada que le desafió en el caso Lezo con éxito en 2017 en el camino hacia su caída un mes más tarde, el 1 de junio de aquel año:

“En la fiscalía General del Estado no consta que Manuel Moix, promotor de la acción disciplinaria, se vaya a abstener en el expediente disciplinario abierto a la fiscal Carmen García Cerdá”, señaló la directora de comunicación de la FGE a El Periódico de Catalunya. En efecto, Moix ya está en acción. Había citado a prestar declaración a la expedientada, pero ha decidido, según fuentes judiciales, aplazar la cita para recibir más información.

Carmen García Cerdá ha estado al frente, y lo sigue estando, de diversas investigaciones relevantes en la Fiscalía Anticorrupción: Púnica, Lezo, para citar solo algunas de gran repercusión pública, y también de otras menos conocidas, por ser top secret, pero no por ello menos importantes, como el despacho Equipo Económico fundado por Cristóbal Montoro y dirigido por ex altos cargos del Ministerio de Hacienda.

En este último caso, García Cerdá ha expresado su interés en seguir haciendo diligencias en esta causa, a lo que su jefe, el fiscal jefe Alejandro Luzón, se ha opuesto. El número 2 de la Fiscalía, Antonio Romeral, incluso ha llevado ante el juzgado de instrucción 2 de Tarragona posiciones contrarias a las de García Cerdá, quien invocó la cláusula de desobediencia (artículo 27 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal) para que los puntos de vista divergentes se debatieran en una junta de fiscales.

Luzón consiguió el pasado 26 de septiembre de 2023 apoyo de una amplia mayoría, quince fiscales, a favor de su punto de vista, contrario a realizar nuevas diligencias, y cinco fiscales respaldaron a García Cerdá. La causa tiene cuatro imputados y se mantiene secreta, se dice pronto, desde 2018. El titular del juzgado de instrucción número 2 de Tarragona, Rubén Rus Vela, ha vuelto prorrogar el secreto en enero pasado.

Pero he aquí que el fiscal jefe Luzón, informado de una presunta orden de diligencias -que tenía prohibida hacer- de García Cerdá, ha puesto en conocimiento de la Inspección Fiscal la situación y se ha abierto un expediente disciplinario por falta muy grave contra la fiscal por contravenir la orden de abstenerse de ordenar más diligencias.El expediente disciplinario es instruido ahora por el fiscal de sala Manuel Moix, promotor de la acción disciplinaria, nuevo cargo creado en mayo de 2022 durante el mandato de Dolores Delgado en la FGE. Moix fue nombrado en octubre de 2022 por el sucesor de Delgado, el actual fiscal General del Estado, Álvaro García Ortíz.

La fiscal García Cerdá fue subordinada de Moix en 2017, cuando éste último fue nombrado fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción en marzo de aquel año. Nada más llegar, Moix se opuso, a mediados de abril de 2017, a avalar una entrada y registro en la sede del Canal de Isabel II, como parte de las investigaciones de la operación Lezo (dirigida contra el entonces expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González). Pero tanto García Cerdá como el fiscal Carlos Yañez, responsables de la investigación, invocaron su desacuerdo y la aplicación del artículo 27 del EOMF. Moix tuvo que convocar una junta de fiscales el 18 de abril y someter la discrepancia. Todos los fiscales de la Fiscalía Anticorrupción presentes, menos uno que votó en contra y otro que se abstuvo, apoyaron la entrada y registro. Moix, que tenía el respaldo del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, sufrió una derrota estrepitosa. El registro se llevó a cabo. El 21 de abril, González ingresaba en prisión.

Moix llegó a la Fiscalía Anticorrupción con el plan de acometer una “depuración” interna. En aquellos días de abril había resuelto separar a García Cerdá y a Yañez del caso Lezo. La junta del 18 de abril aceleró sus planes. En un proyecto de decreto, Moix eximía a ambos fiscales de sus responsabilidades “ante la premura de tiempo para designar a otros fiscales en la llevanza del presente procedimiento”. A raíz de una filtración sobre su participación en una cuenta familiar en Panamá, Moix presentó su dimisión el 1 de junio de 2017. Según fuentes consultadas, siempre consideró que se trataba de una jugada interna en la Fiscalía para apartarle.

Con todo, los prolegómenos del aterrizaje de Moix ya habían sido turbulentos. La intervención de teléfonos y de despachos con autorización judicial permitió el 19 de enero de 2017 a los fiscales conocer que Ignacio González poseía información sobre el próximo nombramiento de Moix como fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción ante la jubilación del fiscal Antonio Salinas, una posibilidad que veían con gran simpatía y esperanza.

-“Este es un tío serio, este es un tío que sabe lo que tiene que hacer. Era el fiscal jefe de Madrid, que es un tío bueno, se llama Moix”, le dijo a Eduardo Zaplana.

También en grabaciones incautadas a José Manuel Villarejo, el comisario jubilado manifestaba su alegría por el próximo nombramiento cuando un empresario amigo de Andorra, Alberto Pedraza, se lo anunció.

– “¿Entra Moix? Qué bonito, macho. Eso es lujo asiático”

El fiscal Carlos Yañez, en función del artículo 25 del EOMF (“los miembros del Ministerio Fiscal pondrán en conocimiento del Fiscal General del Estado los hechos relativos a su misión que por su importancia o trascendencia deba conocer…”) envió al FGE, José Manuel Maza, un sobre con las transcripciones de las conversaciones de Ignacio González en las que aparecían las referencias a Moix el 14 de febrero de 2017. Pero Maza quitó toda relevancia a las mismas.

El entonces presidente de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) y actual fiscal general del Estado Álvaro García Ortíz, solicitó una entrevista con Maza para advertirle sobre el riesgo del nombramiento de Moix. En la entrevista Maza ocultó que conocía el informe enviado por Yañez.

“No fue una conversación de corrillo, fue una reunión larga y al final de la reunión, transmitimos eso al fiscal general del Estado. El fiscal general del Estado nos hizo llegar su sorpresa, dijo que le parecía grave lo que le estábamos contando. Nos parece normal que el fiscal general del Estado tuviese acceso a esa información sensible, pero se nos queda cara de estupefacción ahora que sabemos que ya lo sabía. Nosotros estábamos muy inquietos por si podía ser una insidia lo que trasladábamos al fiscal general. Yo creo que Moix era un candidato predeterminado, tras hablar con el fiscal general y otros compañeros. El nombre de Moix está contaminado, si no lo hubiese nombrado, la mitad de las cosas que están pasando no estarían pasando”, explicó García Ortiz.

Mira por dónde, el mismo García Ortíz, ahora FGE, ha nombrado a Moix promotor de la acción disciplinaria, quien se encarga de instruir el expediente de Carmen García Cerdá. Ni la Fiscalía, según ha señalado la portavoz a este diario, ni Moix, por sus primeras acciones, que haya una posible vulneración a la apariencia de imparcialidad su llevanza del caso. Tampoco la fiscal jefa inspectora, Antonia Tonia Martín Sanz Gaite, parece creerlo.

Pero no solo se debe impartir justicia sino debe verse manifiesta e indudablemente que se está impartiendo (dictum de Lord Hewart, Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra, 1924)