La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido en su informe Actualización sobre el estado del clima para la COP30 de que la temperatura media global entre enero y agosto de 2025 fue 1,42°C por encima del promedio preindustrial, con un margen de error de ±0,12°C. Este dato confirma que 2025 se perfila como el segundo o tercer año más caluroso desde que existen registros, hace ya 176 años. Además, el informe resalta que los últimos once años, de 2015 a 2025, se convertirán en el periodo más cálido jamás documentado.
El documento, presentado en la Cumbre de Líderes de la COP30 en Belém (Brasil), busca aportar una base científica sólida a las negociaciones internacionales sobre cambio climático. Según la OMM, las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) siguen en aumento tras haber alcanzado niveles récord en 2024. La organización también alerta de que la extensión del hielo marino ártico ha sido la más baja registrada después del invierno, mientras que el hielo antártico continúa muy por debajo del promedio anual.
En cuanto al nivel del mar, el informe confirma que la tendencia al alza continúa, a pesar de algunas fluctuaciones naturales temporales. Este fenómeno, junto con los eventos meteorológicos extremos que se han intensificado en lo que va de 2025, ha tenido un fuerte impacto global: pérdida de vidas humanas, afectación de sistemas alimentarios y desplazamientos masivos de población en distintas regiones del planeta.
La OMM señala que estos cambios están socavando el desarrollo sostenible y la estabilidad económica de numerosos países, especialmente en las zonas más vulnerables. Según su secretaria general, la profesora Celeste Saulo, el actual nivel de emisiones hace que sea «prácticamente imposible» cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5°C sin sobrepasarlo temporalmente. Sin embargo, insistió en que “hay progreso, real y cuantificable” en la lucha contra la crisis climática.
Saulo subrayó además el papel crucial de la ciencia y las alertas tempranas en la reducción de daños: “En todo el mundo, las alertas tempranas están salvando vidas. Estamos cerrando brechas en las regiones más vulnerables, ayudando a las comunidades a actuar antes de que se produzcan los desastres”. Destacó que cada vez más países proporcionan información climática esencial, desde pronósticos agrícolas hasta alertas de salud por calor extremo.
El informe concluye con un mensaje de esperanza y responsabilidad compartida: la ciencia no solo advierte, sino que ofrece herramientas para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático. A las puertas de la COP30, la OMM llama a los líderes mundiales a acelerar la acción climática, recordando que el planeta se encuentra en un momento decisivo para evitar un punto de no retorno en el calentamiento global.