El defensa del Athletic Club, Yeray Álvarez, sancionado con 10 meses por dopaje, ha pedido perdón al Athletic, a la afición y a sus compañeros, y ha querido dejar claro que “nunca» ha sabido que estaba tomando una sustancia prohibida. El central ha insistido en que no buscó aumentar su rendimiento deportivo y que todo se debió a un error humano.
El jugador ha recordado que en 2016 se sometió a quimioterapia por un cáncer testicular y que su mayor preocupación era la alopecia. Según ha explicado, desde 2022 seguía un tratamiento con pastillas y spray para el cabello, siempre informado al club: “Desde el primer momento se lo comenté a Josean Lekue, le pasé toda la información para que estuviese en regla”. Sin embargo, ha revelado que el positivo se debió a que tomó por error una pastilla del tratamiento de su pareja, que contenía canrenona, la sustancia prohibida detectada.
Yeray ha asumido la responsabilidad y ha afirmado que, durante su sanción, renunciará a su salario: “Mi intención es no cobrar absolutamente nada, porque yo trabajo para el club y cuando alguien no trabaja, y encima ha sido un error, lo lógico es asumirlo”. Ha añadido que, pese a la dureza de la situación, ha estado «tranquilo» porque sabía que lo que había pasado se trataba de «un error humano”, y ha destacado que incluso la UEFA dio credibilidad a su relato.
El central también ha relatado cómo vivió el momento en que conoció el resultado del control antidopaje: “Después de entrenar vi la cara de Valverde, que cambia poco, y en ese momento supe que algo raro pasaba”. Ha explicado que su primera reacción fue de “incredulidad” y que pasó horas investigando qué era la sustancia detectada: “Me salía que era un diurético, y yo ni sabía lo que era un diurético”.
Por último, ha reconocido sentir rabia por lo ocurrido: “Querría volver a ese día y no hacer lo que hice, pero tienes que asumirlo. Ha sucedido y hay que aceptar las consecuencias”. Aunque sus abogados analizan la posibilidad de recurrir la sanción, el jugador de 30 años ha asegurado que lo importante ahora es mirar hacia adelante y volver a ayudar a sus compañeros una vez cumplida la sanción.