La Policía Nacional investiga ahora este robo y busca a los ladrones, que podrían pertenecer a una banda que se dedica a este tipo de hechos por encargo para vender los caldos a otros países.
Los hechos sucedieron el pasado año cuando, tras una planificación milimétrica, los arrestados sustrajeron 45 botellas de vino valoradas en 1.648.500 euros.