A las 11:21 horas, Alonso Dávalos y Ángel Abaga cantaban bien alto el primer premio de la Lotería y, entre nervios, se han dedicado unas bonitas palabras.
Una querella del entonces alcalde de Barcelona contra el ministro del Interior y el juicio oral de los periodistas que difundieron la información falsa y el ex número dos de la Policía, se repartieron la tarea de enterrar el caso.