Cada día le resulta más difícil esconderse. Si por vereda va, pitos escucha; si por camino, abucheos y pancartas que él trata de disimular como si fuera sordo y ciego. Me da pena, porque guapo es, como ha dicho Tezanos. Pero ni
Una parte vocinglera de los que nos gobiernan, son capullos de inteligencias vanas bajo hermosas cabelleras al aire de su vuelo. Creen acercarnos aromas de leyenda, pero apestan a viejos rencores de tiempos que ni siquiera han conocido. Bajan la voz en