El inicio del otoño trae consigo el repunte de virus respiratorios y, como en los últimos años, también el regreso del coronavirus en una nueva forma. La cepa dominante actualmente se llama Stratus y cuenta con dos subvariantes, identificadas como XFG y XFG. Aunque no provoca síntomas más graves que otras, sí se cree que podría ser más contagiosa.
Los síntomas que provoca Stratus son similares a los de otras enfermedades respiratorias, como la gripe o el resfriado común: fiebre, tos, estornudos y secreción nasal. Esta similitud complica la detección temprana y la diferenciación entre patologías, especialmente en los primeros días de infección.
El signo más característico de esta variante es la ronquera en la voz, que suele aparecer en los inicios de la enfermedad. Este rasgo ha despertado la atención de los especialistas, ya que no era tan común en variantes previas del coronavirus.
A estos síntomas se añaden otros que han sido observados por los médicos: congestión nasal, dolor de garganta más intenso de lo habitual, problemas digestivos y un marcado agotamiento. Estos efectos han sido descritos en un informe publicado por el medio británico Mirror.
«En muchos aspectos, es casi idéntico. Sin embargo, las personas con esta variante tienden a sufrir fuertes dolores de garganta y voz ronca, en comparación con otros síntomas más generales como tos, fiebre y dolores», señaló el doctor Gareth Nye, profesor de Ciencias Biomédicas en la Universidad de Salford (Reino Unido).
Ante este panorama, los expertos insisten en la importancia de la prevención, especialmente en personas con enfermedades crónicas o factores de riesgo. La recomendación principal sigue siendo la vacunación, acompañada de medidas de cuidado habituales en temporadas de alta circulación de virus.