Sergio Busquets y Jordi Alba han puesto fin este sábado a sus largas y exitosas carreras tras coronarse campeones de la Major League Soccer con el Inter Miami. Tras 20 y 18 años como profesionales, respectivamente, ambos futbolistas se despiden con un legado de 60 títulos entre los dos, 50 de ellos logrados con el FC Barcelona, club en el que se convirtieron en referentes históricos.
Busquets, tercer jugador con más partidos en la historia del Barça, fue el eje del mejor centro del campo del club junto a Xavi e Iniesta. Tres veces campeón de la Champions y ganador de numerosos títulos nacionales e internacionales, su juego combinó recuperación, visión y una inteligencia táctica que marcó época. Con España también fue pieza clave, campeón del Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, acumulando 143 internacionalidades.
Jordi Alba, por su parte, se retira como uno de los mejores laterales izquierdos de su generación. Su sociedad con Messi dejó algunas de las jugadas más recordadas de la última década, con constantes desmarques al espacio y asistencias decisivas. En 11 temporadas con el Barça conquistó 14 títulos y disputó 459 partidos. Con la selección firmó actuaciones memorables, como su gol en la final de la Euro 2012.
Ambos cerraron sus carreras en Estados Unidos, donde, junto a Messi, impulsaron el crecimiento del Inter Miami, con el que han ganado la Supporters’ Shield, la Leagues Cup y la MLS. Su liderazgo y experiencia fueron determinantes para convertir al club en un proyecto competitivo y exitoso en tiempo récord.
La retirada conjunta de Busquets y Alba marca simbólicamente el final de una generación que llevó al Barça y a la selección española a sus mayores cotas de excelencia. Sus nombres quedan grabados en la historia como protagonistas de dos de las etapas más brillantes del fútbol europeo y mundial.
Con su adiós, el fútbol español pierde a dos de sus iconos, aunque su legado continúa vivo en los títulos, los recuerdos y la huella futbolística que dejan en quienes crecieron viéndolos dominar en la élite.