El cambio de silla se produce en un momento clave para la transición energética y el Reto Demográfico del país
La actual secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha sido designada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para asumir la vicepresidencia tercera del Ejecutivo y dirigir el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Este nombramiento llega tras el reciente desbloqueo del cargo de Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva y comisaria de Competencia en la Comisión Europea, un puesto clave en Bruselas que Sánchez ha promovido como parte de su estrategia para reforzar la presencia española en las instituciones comunitarias.
Aagesen ha tenido un papel fundamental en la Secretaría de Estado de Energía, desde donde ha liderado diversas políticas para avanzar en la transición energética de España, promoviendo el desarrollo de energías renovables y la descarbonización de sectores estratégicos. Con experiencia en el sector energético y en políticas sostenibles, se espera que su enfoque continúe el impulso dado por Ribera, quien ha sido una de las figuras principales en el proceso de transformación ecológica de España y en la lucha contra el cambio climático.
Retos del puesto
El nuevo cargo de Aagesen como ministra llega en un contexto de grandes desafíos para la transición energética del país, entre los que destacan la necesidad de acelerar la reducción de emisiones, la implementación de energías renovables, y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles, especialmente en medio de las tensiones globales que afectan a la seguridad energética.
Además, la gestión del Reto Demográfico será un aspecto importante de su agenda. En esta línea, se espera que impulse políticas que incentiven el desarrollo rural y combatan la despoblación de las zonas menos pobladas de España.
La transición de Ribera a Europa y el nombramiento de Aagesen reflejan la intención del Gobierno de mantener una línea de continuidad en la política medioambiental, fortaleciendo el compromiso de España con el cumplimiento de los objetivos climáticos fijados para 2030 y 2050.