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Gustavo Guillermo, dolido por no ser invitado a la misa en memoria de María teresa Campos

Gustavo Guillermo - EUROPA PRESS

El chófer de la fallecida periodista había anunciado que realizaría un servicio religioso en favor de la madre de Terelu

Este mismo 18 de junio, María Teresa Campos habría cumplido 83 años de edad. En memoria de ésta, sus hijas organizaban una misa, la cual pretendía ser íntima. No obstante, esta celebración se filtró para el descontento de Terelu Campos y Carmen Borrego al ser rodeadas por una nube de cámaras a su llegada a la iglesia de Santa María de Caná en Pozuelo de Alarcón.

Una misa en la que hubo sonadas ausencias como la del que fuera chófer y mano derecha de Teresa durante más de 30 años, Gustavo Guillermo, que no dudaba en sentarse en el plató de TardeAR para arremeter contra las hijas de la periodista por no haberle invitado.

“Yo mañana voy a hacer una misa, la voy a rezar y no se va a enterar nadie”, aseguraba dolido después de admitir que entiende que Terelu y Carmen no le avisasen de este homenaje porque con una de ellas no se habla y a la otra la tiene bloqueada.

Unas declaraciones que ahora ha querido aclarar, dando un paso atrás y asegurando que en ningún momento dijo que fuese a organizar una misa paralela en memoria de Teresa que no se filtraría a los medios de comunicación: “Me expliqué mal. Dije que iba a rezarla sin que nadie se enterara y así ha sido”.

Carmen, tras el homenaje a su madre, afirmaba con ironía “que no pudo avisarle porque Guillermo la tiene bloqueada, aunque la iglesia es pública, se tarda lo mismo que al plató de Mediaset y podría haber ido si hubiese querido a pesar de no estar invitado”.

“La tengo bloqueada y mis motivos tendré. Pero entiendo que si avisas a Meli y a Maite, grandes amigas de Teresa, me pueden avisar a mí también”, ha sentenciado. “Entiendo que mañana me van a machacar porque juego en desventaja con Carmen, pero yo siempre digo la verdad”, añade dolido.

Cansado de que le acusen de que él es el topo de las Campos, Gustavo expresa: “Lo más fácil es acusarme a mí como siempre” y desvela que la propia Meli Camacho fue a su casa tras la misa y le contó que había sido ella la que, “sin querer”, había contado a varias personas lo de la misa en memoria de Teresa.

Como confiesa, que ve “difícil” un acercamiento a Carmen y Terelu: “Es complicado. A veces hablan mal de mí y se permite, y a veces callarse también es jorobado. Pero me da lo mismo. Estoy feliz y he sido muy leal hasta el final y la gente que me conoce de verdad lo sabe”.

“Cada día me acuerdo de Teresa, como una madre, como una amiga y como la persona que si te toca a tu lado, te toca la lotería y no estoy hablando de dinero. Te toca, pues eso, conocer a una persona entrañable, cariñosa y que lo daba todo por su gente. La mejor. Como profesional para mí no habrá otra y como persona tampoco habrá otra”, ha concluido muy emocionado al hablar de la periodista fallecida el pasado 5 de septiembre.

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