Los sabios nos dejan el esplendor de su pensamiento en una sola frase que, de vez en cuando, aprovechamos los más torpes para organizar la vida. La escasa luz de mis candiles hay días que se resiste a encenderse viendo la grosería…
Es bueno enamorarse aunque no se sepa cómo ni cual fue el instante en que el rayo dejó su quemadura. Ni siquiera se conoce del todo si, lo que se siente cuando se dice amor, es una urgencia que el corazón tiene…