Hoy: 10 de octubre de 2024
La Conferencia Episcopal Española (CEE) y Cáritas se han unido con el objetivo de movilizar a las comunidades cristianas y a toda la sociedad con motivo de la VII Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el Papa Francisco, el próximo domingo 19 de noviembre.
Así lo ha indicado este lunes la Conferencia Episcopal Española, que ha recordado que la idea de impulsar esta Jornada surgió el 13 de noviembre de 2016, durante el cierre del Año de la Misericordia y cuando el Santo Padre celebraba el Jubileo dedicado a las personas marginadas, en la Basílica de San Pedro. Al finalizar la homilía, el Papa Francisco dijo: “Quisiera que hoy fuera la Jornada de los Pobres”.
Con la misión de animar la celebración de esta Jornada, la CEE y Cáritas han preparado diversos materiales para su utilización por parte de todas las diócesis, parroquias, comunidades, movimientos, asociaciones e instituciones de la Iglesia.
En esta séptima edición, bajo el lema ‘No apartes tu rostro del pobre’, el Papa Francisco ruega no apartar la mirada de los que están en dificultad, como las personas que viven en zonas de guerra, los que no llegan a fin de mes, los que son explotados en el trabajo y los jóvenes prisioneros de una cultura que les hace sentirse fracasados. “Todos son nuestros prójimos, necesitamos un compromiso político y legislativo serio y eficaz”, sostiene el Santo Padre.
El Papa Francisco llama habla también de las “nuevas formas de pobreza”, como por ejemplo las poblaciones que viven en zonas de guerra y los niños que quedan privados de un futuro digno. “Nadie podrá acostumbrarse jamás a esta situación; mantengamos vivo cada intento para que la paz se afirme como don del Señor Resucitado y fruto del compromiso por la justicia y el diálogo”, apunta.
La precariedad laboral, los trabajadores pobres, las víctimas de accidentes laborales son también para Francisco llamadas de atención sobre el “desorden ético” que marca el mundo del trabajo. En medio de estas situaciones de pobreza, el Papa destaca especialmente la que afecta a los jóvenes, que viven “engañados” por una cultura que los lleva a sentirse “incompletos” y “fracasados”.
En este contexto, el Papa confía en el desarrollo de “la solidaridad y la subsidiariedad de tantos ciudadanos que creen en el valor del compromiso voluntario de entrega a los pobres”. El Santo Padre pide no quedarse de brazos cruzados, esperando recibir algo “de lo alto”. “Quienes viven en condiciones de pobreza también han de ser implicados y acompañados en un proceso de cambio y responsabilidad”, escribe Bergoglio.