El renombrado arquitecto británico Norman Foster ha sido elegido para diseñar el memorial oficial en honor a la Reina Isabel II, fallecida en 2022. El anuncio lo hizo el comité de selección del proyecto, que busca conmemorar el legado de la monarca mediante un diseño simbólico y evocador.
El monumento se ubicará en el parque de Saint James, junto al Palacio de Buckingham, e incluirá varias esculturas de la reina, una de ellas montando a caballo, reflejando su pasión por la equitación, y otra en compañía del príncipe Felipe.
El elemento central del proyecto será un puente translúcido de vidrio, inspirado en la tiara que Isabel II lució el día de su boda en 1947. Este puente busca representar su papel como figura de unión entre países, instituciones y comunidades. «En el corazón de nuestro plan hay un puente translúcido que simboliza a Su Majestad como una fuerza unificadora», expresó Foster en el comunicado oficial.
Norman Foster, de 90 años, es considerado uno de los máximos exponentes de la arquitectura high tech y ha sido galardonado con importantes premios internacionales, incluido el Príncipe de Asturias de las Artes en 2009. Está casado con la psicóloga española Elena Ochoa desde 1996 y cuenta con una vasta trayectoria de obras emblemáticas en todo el mundo.
Entre los proyectos más conocidos de Foster se encuentran el estadio de Wembley, el Parlamento alemán en Berlín, el metro de Bilbao y la Casa de Gobierno en Buenos Aires. En 1997, la propia Isabel II le otorgó la prestigiosa Orden del Mérito, distinción reservada a un grupo selecto de personalidades destacadas por sus aportes a la cultura, la ciencia y las artes.
El arquitecto adelantó que el memorial ofrecerá un ambiente “suave, tranquila, contemplativa” y permitirá tanto redescubrir como descubrir el legado de la monarca más longeva del Reino Unido. El diseño definitivo del proyecto será presentado en 2026, año en el que se celebra el centenario del nacimiento de Isabel II, según informó el comité responsable.
Aunque el Rey Carlos III tuvo acceso a los diseños propuestos, no participó directamente en el proceso de selección. Cabe recordar que en 2009, cuando aún era príncipe de Gales, Carlos fue criticado por intentar influir en proyectos arquitectónicos, incluyendo algunos liderados por Foster, lo que generó controversia en el ámbito profesional.