Miles de jóvenes con expedientes académicos destacados se han quedado sin plaza en la universidad. Así lo denuncia la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP). Según la organización, el problema no es la preparación de los estudiantes, sino la falta de plazas en las titulaciones más demandadas.
Medicina, Educación e Ingenierías son algunos de los ejemplos más claros. Cada año, miles de solicitudes compiten por un número muy limitado de plazas. Solo el curso pasado, más de 475.000 jóvenes solicitaron acceso a universidades públicas, pero solo se ofrecieron 245.000 plazas. Esto deja a muchos estudiantes sobresalientes fuera de sus opciones favoritas. Algunos deben conformarse con carreras que no reflejan su vocación. Otros ni siquiera tienen acceso al sistema universitario.
El caso de Medicina es especialmente crítico. Algunos estudiantes con notas superiores a 12 sobre 14 en la EBAU no pudieron ingresar en universidades públicas. Su única alternativa es acudir a centros privados, donde las matrículas pueden superar los 20.000 euros al año, un costo inalcanzable para la mayoría de familias. Esta situación genera frustración y un sentimiento de injusticia entre quienes más esfuerzo académico han demostrado, según ha publicado Europa Press.
Desde CREUP consideran inaceptable que el acceso a la universidad dependa más de la oferta de plazas que del mérito académico. La organización alerta de que la falta de planificación no solo perjudica a los estudiantes, sino que también limita la capacidad de España para formar profesionales en áreas esenciales como la sanidad, la docencia y la investigación.
La universidad pública, que debería garantizar igualdad de oportunidades, está expulsando a quienes más lo merecen. Esto, según CREUP, fomenta el crecimiento del sector privado y aumenta la brecha socioeconómica. Por eso, piden soluciones urgentes: ampliar las plazas en las titulaciones más demandadas, garantizar financiación suficiente para las universidades públicas y mejorar la planificación territorial para evitar saturaciones en determinadas regiones.
Además, la organización insiste en que los estudiantes participen activamente en los órganos de decisión que diseñan las políticas de acceso. “No podemos permitir que tener un expediente excelente no sea suficiente para estudiar la carrera soñada. La universidad pública debe cumplir su función social y ofrecer igualdad real de oportunidades”, subrayan.