El cineasta comparte emotivas reflexiones sobre su última obra y su conexión personal con los eventos que inspiraron la película
El cineasta Martin Scorsese compartió en una reunión con el director Rodrigo Cortés en la Academia del Cine en Madrid sus reflexiones sobre la película Los Asesinos de la Luna. Scorsese reveló que la visita a las tumbas de los asesinatos de Osage con su familia le generó una fuerte sensación de culpa, y afirmó que su intención al hacer la película no era simplemente proporcionar entretenimiento. También destacó que la obra va más allá de ser solo una historia de asesinos y víctimas, según la nieta de una de las víctimas.
Durante la charla, que contó con la sorpresa de la presencia de la Reina Letizia, Scorsese elogió la estética de Pedro Almodóvar en los rótulos de inicio de sus películas y bromeó sobre la presencia excesiva de logos en algunas películas. Reflexionó sobre la evolución del cine, expresando que aunque extraña el antiguo Hollywood con sus créditos iniciales y un sonido impresionante, considera que esos tiempos han pasado, y el cine es ahora un mundo diferente.
Scorsese subrayó la importancia de reinventar la imagen y no imitar, señalando que ya no siente la necesidad de demostrar su capacidad para la pirotecnia visual. Habló sobre su evolución cinematográfica y la comprensión del poder de un corte directo, destacando la influencia de ciertos cortes en películas de Stanley Kubrick.
En cuanto a su relación con los actores, Scorsese mencionó su colaboración con Robert De Niro en Taxi Driver, donde confiaban mutuamente y permitían la improvisación en el set. Destacó la importancia de que el director y los actores disfruten trabajando juntos y se diviertan, evitando restricciones creativas.
La charla ofreció una visión valiosa de la filosofía creativa de Martin Scorsese y su evolución en la industria cinematográfica.