La atleta española María Pérez conquistó este sábado su segunda medalla de oro en los Mundiales de atletismo de Tokio al imponerse en la prueba de 20 kilómetros marcha. Tras la victoria, reconoció que gracias a la italiana Antonella Palmisano, amiga y referente de la marcha, y quien le entregó la bandera de España al cruzar la meta, tuvo «un sueño» y que aún sigue en él. También destacó que no busca batir «récords» sino «disfrutar».
Señaló en declaraciones a la Real Federación Española de Atletismo (RFEA):
«Creo que adelanté todo lo que iba a pasar. Puse las cartas sobre la mesa después del 35 y creo que todas han jugado muy bien sus bazas. Me quito el sombrero con todas las rivales, sobre todo con las que han doblado desde el 35 al 20, porque es mucho»
Su triunfo supone un doblete dorado en la capital nipona, según recoge Europa Press. Expresó:
«No hago esto por batir récords, lo hago porque disfruto. Porque ahora sí que disfruto; si antes era la que se ponía la presión, ahora disfruto como una enana. Hoy le decía a Antonella -Palmisano- ‘estoy supernerviosa pero estando aquí a mi lado, estoy relajada’. Cuando soy feliz, tengo que disfrutar. Disfruto y os hago disfrutar a vosotras, así que ese es el mayor premio que me llevo»
Asimismo, María Pérez habló sobre el disfrute del deporte y ser uno mismo como los mejores consejos que puede dar:
«La vida es esto, disfrutar, emocionarse… Algo que he aprendido en el deporte es que esto no es individual, sino colectivo. A veces, la presión que nos metemos los deportistas está bien, pero si tengo que dar un consejo es seguir disfrutando del deporte. He hecho la mejor preparación del mundo, pero me he sabido rodear de la mejor gente posible. Si tengo que dar un consejo es que sean ellos mismos y que disfruten, porque si uno disfruta sale lo mejor de cada uno»
Además, calificó de «muy especial» el gesto de Palmisano, campeona olímpica en Tokio 2020 en los 20 km y participante en los 35 km de este Mundial, al entregarle la bandera española en la meta. «En la meta me he emocionado cuando Antonella, que no me lo esperaba, me ha dado la bandera», reconoció.
Finalizó visiblemente emocionada:
«Los éxitos no son individuales, sino colectivos. He de agradecer a Antonella y a su equipo de trabajo todo, porque forman parte de este éxito. Gracias a ella, a que en su día fue campeona olímpica aquí en Japón, yo tuve un sueño y sigo en ese sueño»