El ministro y precandidato presidencial del oficialismo ha vuelto a mencionar recientemente los cuatro pilares que, según él, deberían guiar el rumbo del país en la próxima década. Estos pilares, que incluyen el orden fiscal, el superávit comercial, la competitividad cambiaria y el desarrollo con inclusión, fueron planteados por él al asumir el cargo en el Palacio de Hacienda, pero lamentablemente no lograron los resultados esperados.
Sergio Massa, ha presentado nuevamente sus principales ejes de gestión frente a un grupo de empresarios la semana pasada. Estos ejes, según Massa, son el orden fiscal, el superávit comercial, la competitividad cambiaria y el desarrollo con inclusión.
Sin embargo, cabe destacar que estos pilares no son nuevos. Desde que asumió el cargo en agosto de 2022, Massa ya había mencionado estos lineamientos, pero desafortunadamente, los resultados no han sido favorables. Uno de los desafíos principales fue la sequía, que generó un desequilibrio en los ingresos por exportaciones y en la recaudación fiscal, lo que a su vez impulsó déficits gemelos tanto en el ámbito fiscal como en el comercial durante los primeros cinco meses del año. Además, se ha observado un fuerte impacto en los indicadores sociales, especialmente en el índice de pobreza.
En cuanto al orden fiscal, el Gobierno logró cumplir con la meta de un déficit fiscal del 2,5% del PBI pactada con el FMI para el año pasado, gracias a recortes en el gasto público. Sin embargo, la sequía afectó la recaudación del fisco, y a pesar de los esfuerzos de ajuste, los ingresos del Sector Público cayeron un 11% en términos reales durante los primeros cinco meses de este año, lo que llevó a un aumento en el déficit primario de las cuentas públicas.
En cuanto al superávit comercial, las exportaciones agrícolas sufrieron una caída y se espera una pérdida de US$20.000 millones. A pesar de esto, las importaciones se mantuvieron en niveles relativamente altos, lo que resultó en un déficit comercial de US$2.691 millones en los primeros cinco meses del año. La situación es preocupante, ya que se espera una caída en la oferta de divisas en el segundo semestre y un aumento en la demanda debido a la incertidumbre cambiaria en un año electoral.
En cuanto a la competitividad cambiaria, la brecha entre el dólar oficial y los paralelos ha sido elevada, llegando a superar el 90%. Aunque el Gobierno utilizó parte de las reservas del Banco Central para evitar un aumento abrupto de los dólares financieros, las reservas netas se encuentran en terreno negativo y se espera un mayor deterioro en lo que resta del año, lo que podría generar tensiones en el mercado cambiario.
Por último, el desarrollo con inclusión, uno de los principales reclamos del kirchnerismo a la gestión de Massa, no ha logrado mejorar los indicadores sociales. La inflación se ha acelerado, alcanzando un pico del 8,4% en abril, y la pobreza ha aumentado significativamente. Según estimaciones, alrededor de 3,4 millones de personas han caído por debajo del umbral de pobreza desde que Massa asumió el cargo, lo que representa un preocupante incremento en la cantidad de personas en situación de pobreza.
En resumen, los cuatro pilares mencionados por Massa en su gestión no han logrado mejorar y, en muchos casos, han empeorado.