Los fuertes vientos también afectan las operaciones de emergencia
Los servicios meteorológicos estadounidenses emiten una alerta este martes debido a las intensas rachas de viento en el sur de California, donde cuatro grandes incendios forestales continúan activos. El más reciente se originó el lunes por la noche en el condado de Ventura. Según estimaciones del departamento de bomberos, más de 15.000 hectáreas han sido consumidas por las llamas, siendo Palisades la zona más afectada, con dos terceras partes del terreno quemado.
El Servicio Nacional de Meteorología, con sede en Los Ángeles, ha calificado la situación como «crítica» y ha advertido que las rachas de viento, que pueden superar los 100 kilómetros por hora, complicarán aún más las labores de extinción. Se prevé que estas condiciones de riesgo persistan al menos hasta el miércoles.
Refuerzo en la lucha contra las llamas
Ante la magnitud de los incendios, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció un refuerzo en el despliegue de efectivos. A través de sus redes sociales, informó que 300 nuevos efectivos se unirán a los 15.000 que ya están trabajando en las zonas afectadas.
Los fuertes vientos también están afectando las operaciones de emergencia. Según David Acuña, responsable del servicio de bomberos, las condiciones actuales dificultan el uso de apoyo aéreo. “Con rachas de 50 kilómetros por hora, volar no es seguro. Además, si arrojamos retardante, no será eficaz debido al desvío por el viento”, explicó Acuña a CNN.
La situación sigue siendo monitorizada de cerca, con las autoridades instando a los residentes a mantenerse informados y preparados ante posibles evacuaciones.