A pesar de las emociones, la presentadora de televisión destaca el valor de trabajar y seguir el legado que su madre le enseñó
Este domingo se conmemora el primer aniversario del fallecimiento de Laura Valenzuela, reconocida como una de las grandes presentadoras de televisión en España, apodada la gran diva de la pantalla. Su hija, Lara Dibildos, decidió rendirle un emotivo tributo en el Teatro Real Carlos III de Aranjuez durante su actuación en la obra Estado de Alarma.
Lara, visiblemente conmovida, no pudo contener las lágrimas al representar en escena el dolor por la pérdida de su madre. En un momento de la obra, expresó con profunda emotividad los que han sido los momentos más difíciles de su vida: “Yo también perdí a los míos. Mi padre nos abandonó cuando yo era un bebé, no sé nada de él. Y mi madre murió cuando yo tenía 17 años. No pasa ni un día que no me acuerde de ella”.
Palabras al público
Al concluir la función, Lara se dirigió al público y compartió su sentimiento en este día tan especial: “Hace un año, un día como hoy, me acababa de despedir de mi madre”. Con lágrimas en los ojos, le dedicó unas hermosas palabras: “Así que si me dejan, me gustaría dedicárselo” y lanzó un beso al cielo, exclamando: “Para ella”.
Según informa Europa Press, tras la actuación, Lara reveló la dificultad que enfrenta al recordar a su madre en este día: “Me cuesta muchísimo… Cuando llegan estos días es como que te pega otro bajón. Es complicado. Pero bueno, también a la vez es emocionante porque yo sé que ella estaría súper orgullosa”.
Fortaleza y legado
A pesar de las emociones, Lara destacó el valor de trabajar y seguir el legado que su madre le enseñó: “Si me ve que sigo trabajando, que sigo currándomelo, y que sigo un poco lo que ella me enseñó que era trabajar y ganarme mi sitio, pues yo sé que ella estaría muy orgullosa”.
Por último, Lara compartió su convicción de que su madre estuvo presente en la función: “Estaba en primera fila, seguro”. Además, resaltó el vacío que deja en sus nietos: “Sus nietos, imagínate, sus nietos, su nona, que le llamaban nona, era la mejor abuela del mundo”.