Bruselas celebra el acuerdo del PP y el PSOE para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial
Bruselas se ha hecho eco este miércoles en su informe sobre el Estado de derecho en España de la preocupación en la judicatura por los ataques en declaraciones de políticos, incluido desde el Gobierno, contra el poder judicial, y ha avisado del riesgo de que este tipo de retórica dañe la confianza fundamental de la sociedad en los jueces y sus sentencias.
“Si bien los tribunales no son inmunes a las críticas y el escrutinio, la confianza del público en el poder judicial es fundamental para su eficacia, en vista de su papel especial en la sociedad”, señala el documento de casi 40 páginas que este año ha dedicado Bruselas a la salud democrática en España.
El “daño” a esta confianza, añade el documento, es “particularmente relevante” cuando se trata de declaraciones realizadas desde los poderes legislativo y ejecutivo, ya que todos los poderes del Estado deben fomentar y proteger la confianza del público en general en las instituciones constitucionales.
El texto se refiere a la “preocupación” que le ha sido trasladada al Ejecutivo comunitario desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), asociaciones de jueces y otros grupos de interés de que “este tipo de declaraciones hechas por políticos socaven cada vez más la confianza pública en el poder judicial”, por ejemplo cuando desde la política “criticaban tanto decisiones judiciales individuales como al poder judicial en su conjunto”.
Recomendaciones específicas
En las recomendaciones del informe, la Comisión celebra los “avances significativos” logrados para desbloquear el Consejo General del Poder Judicial y ha celebrado el acuerdo que, gracias a su mediación mediante un “diálogo estructurado”, ha permitido a PSOE y PP pactar la renovación del órgano de gobierno de los jueces, con el compromiso en avanzar en el modelo de reforma después.
También reconoce “algunos avances” para fortalecer el estatuto del Fiscal General pero los considera insuficientes y pide más esfuerzos en lo que respecta a la separación de los mandatos del Fiscal General y del mandato del Gobierno, teniendo en cuenta las normas europeas sobre independencia y autonomía.