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La selección española acude al Mundial de Australia y Nueva Zelanda con ganas de mostrar el crecimiento del fútbol femenino en España

Las jugadoras de la selección española de fútbol celebran un gol en el amistoso ante Dinamarca previo al Mundial de Australia y Nueva Zelanda - RFEF

Será su tercera Copa del Mundo seguida, después de un histórico debut en Canadá en 2015

La selección española acude al Mundial de Australia y Nueva Zelanda con ganas de mostrar el crecimiento del fútbol femenino en España y con seguramente la mayor ambición de cara a una gran cita internacional en la que espera ser protagonista y hacer historia.

La ‘Roja’ ya se ha consagrado entre los mejores equipos del continente y del mundo. En Oceanía, competirá en su tercera Copa del Mundo seguida, después de hacer un histórico debut en Canadá en 2015, y en su sexto gran campeonato de forma seguida, una regularidad que espera convertir en una mayor experiencia.

España quiere aspirar a lo máximo e incluso las casas de apuestas la sitúan entre las favoritas al título, algo que tendrá que confirmar desde el inicio después de tener por fin un sorteo benévolo gracias a su condición de cabeza de serie que le emparejó con Japón, Zambia y Costa Rica, y, si es primera, con un recorrido sin la presencia de las otras grandes favoritas hasta las semifinales. Si es segunda, Estados Unidos amenazaría probablemente en cuartos.

Hace ocho años, el combinado nacional sólo pudo sumar un punto en su estreno ante Costa Rica, cayendo ante Brasil y Corea del Sur, pero en su siguiente participación, con el FC Barcelona asomando ya la cabeza entre los mejores equipos de Europa y con un gran trabajo en la base, mejoró sus prestaciones. Ganó su primer partido, ante Sudáfrica, compitió a una potencia como Alemania pese a la derrota, y empató con China para pasar a los octavos de final, donde las todopoderosas estadounidenses le cerraron el pase en un disputado encuentro decidido por un penalti en los compases finales.

Aquella actuación fue una buena plataforma para los siguientes retos. España fue cosechando pequeños logros, mientras que el Barça hacía historia para el fútbol femenino español coronándose en 2021 en la Liga de Campeones con un equipo liderado por una Alexia Putellas, que también hizo historia con la consecución del Balón de Oro.

La selección, sin embargo, no pudo dar continuidad en su siguiente gran cita, una Eurocopa de Inglaterra donde tuvo la mala suerte de la grave lesión de su estrella, que se unía a la sufrida semanas antes por otra de sus referentes, Jenni Hermoso. Sin ellas, ganó a Finlandia, se topó de nuevo pese a dar la cara contra Alemania y derrotó con sufrimiento a Dinamarca para alcanzar unos cuartos de final donde llegó a tener contra las cuerdas a la anfitriona, que remontó para llevarse el triunfo en la prórroga.

Esa actuación dejó una mezcla de ilusión, amargura y esperanza de cara a lo que venía, con el añadido de la implantación de una liga profesional. Sin embargo, surgió una turbulencia tras la EURO que acabó con 15 jugadoras, entre ellas fijas como Aitana Bonmatí, Patricia Guijarro, Mapi León, Mariona Caldentey, Ona Batlle o Sandra Paños, pidiendo no ser convocadas por la necesidad de cambios en el vestuario que lidera desde 2015 Jorge Vilda.

El seleccionador y la RFEF se mostraron firmes y no convocaron a ninguna para los siguientes amistosos, además de a la capitana Irene Paredes, que no firmó esa petición, y a Jenni Hermoso, que mostró su apoyo público a sus compañeras, aunque hizo un llamamiento también al diálogo. Vilda decidió iniciar un nuevo proyecto, apoyado en el talento de las categorías inferiores, campeonas del mundo Sub-20 y Sub-17 en el 2022, y en otras jugadoras.

Pese a no contar con todo su teórico mejor potencial, el equipo, que no ha variado un ápice su estilo, pero que ha mejorado notablemente en las dos áreas, ha firmado una óptima preparación hacia este Mundial, con histórica victoria ante los Estados Unidos, empate ante Suecia y victoria ante Japón, con el único lunar de la derrota en la Copa de Naciones ante Australia.

Ahora vuelve a contar, en este orden, con Hermoso, Paredes, Bonmatí, Caldentey y Batlle, de recuperar, aunque sin un gran ritmo competitivo, a Alexia Putellas, y de un nuevo título de campeón de Europa del FC Barcelona.

Vilda tiene los mimbres, aunque también tendrá bajas notables como las de la central Mapi León y la centrocampista Patri Guijarro, dos de las mejores del mundo seguramente en sus posiciones y que se mantuvieron firmes en su renuncia. El madrileño tendrá que compensar estas dos ausencias que merman probablemente el potencial de un equipo maduro pese a tener una media de edad ligeramente superior a los 25 años.

Alexia Putellas, Jenni Hermoso, Irene Paredes e Ivana Andrés son las supervivientes del histórico primer Mundial, mientras que las guardametas Cata Coll y Enith Salón, las defensas Oihane Fernández, Laia Codina y Rocío Gálvez, las centrocampistas Claudia Zornoza y María Pérez, y las delanteras Salma Paralluelo, Alba Redondo y Eva Navarro serán las debutantes en una gran cita con una Absoluta que deberá mostrarse lo más unido posible.

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